viernes, 3 de octubre de 2014

GP SINGAPUR – El juego de la silla

Lewis Hamilton. @ MB
Singapur es una de las carreras con más atractivo de la temporada. Y no solo porque se corra de noche para facilitar el horario de las retransmisiones en Europa. La carrera suele ser interminable, de hecho este año no se ha podido completar la totalidad de las vueltas una vez más, y encima, los safety car son muy habituales, con lo que se rompen la mayoría de las estrategias de carrera. Y por si fuera poco, la batalla entre Hamilton y Rosberg se ve pospuesta porque el alemán debe abandonar por problemas en su monoplaza. Sin embargo, si de algo se ha hablado en el paddock de Singapur no ha sido precisamente de carreras. Se ha hablado de contratos. Restan cinco carreras para que termine el mundial y aun no se sabe a ciencia cierta quien va a correr con quien el año que viene. Especulemos pues.
Como suele ocurrir otras temporadas, hay una persona que tiene la llave de todo este tinglado, o más bien la que tiene la llave maestra que abre todas las puertas de los equipos, porque llaves realmente llaves hay dos. La de verdad está en manos de Lewis Hamilton, y la otra en poder de Alonso. De hacerse con el mundial, el inglés tiene todas las papeletas de quedarse en Mercedes. Con su renovación, Toto Wolff cerraría la plantilla para dos temporadas más como mínimo, y el coche que más novias tiene en la parrilla se quedaría con las mismas manos al volante.

Hamilton y Rosberg. @ MB
Sin embargo, si perdiese el título en favor de Nico Rosberg, o incluso aun ganando, si sus relaciones con el alemán en la pista se enturbiasen más, las cosas pueden cambiar mucho. Hamilton es sabedor de que ahora mismo es el piloto más en forma de la parrilla. A una vuelta los números cantan por si solos, y en carrera, ha conseguido templar los nervios para no cometer los mismos errores que tuvo en McLaren. Pero ustedes se tendrían que preguntar, ¿dónde se iría un campeón del mundo? o en su defecto un subcampeón, cuando tiene un coche que es insultantemente mejor que el resto.
Muro de Ferrari. @ F
Pues la respuesta no es fácil. Ferrari está iniciando un gran proceso de renovación, y con el tiempo que lleva a cualquier equipo diseñar y poner a punto un coche ganador, dudo mucho que los de Maranello lo tengan antes de 2016. Por otro lado Red Bull está en una situación similar a la de los italianos, aunque no tan crítica. Mientras que no cambien de propulsor, o consigan que Renault se ponga las pilas, seguirán por detrás de los Mercedes. Así que, si consideramos que Williams no puede ser una opción para luchar por el título en 2015, la única opción es McLaren.
Son el equipo incógnita. La llegada de Honda puede dar el impulso que el proyecto de Ron Dennis necesita. Todos sabemos que si el gigante japonés entra en la F-1 es para gastarse dinero y pelear por el título. Otra cosa es que lo consiga. Recordemos que mientras que como proveedor de motores tuvo notables éxitos con seis títulos de constructores y cinco de pilotos en Williams y McLaren, como constructor íntegro del monoplaza no cosecharon más que decepciones, como fue la última época del 2006 al 2008. Esa es posiblemente la espina que tenga clavada en su corazón todo dirigente de Honda. Abandonaron en diciembre de 2008 la F-1 cuando tras tres años trabajando habían conseguido tener un monoplaza campeón para 2009 de la mano de Ross Brawn. La crisis pesó mucho en el sector automovilístico y vendieron el equipo por un euro al inglés. El resto es historia de sobra conocida. Brawn GP arrasó en el 2009 con Jenson Button, y se convirtió luego en la escudería que ahora se denomina Mercedes AMG F1 Team. Curioso, ¿no?
Bueno, pero no perdamos el norte y no nos liemos más. Si Hamilton hace al final ese movimiento, Alonso es más que probable que tomase las de Villadiego camino de Barckley, la sede de Mercedes AMG. A su vez, Vettel correría hacia Maranello en busca del “feeling” que tuvo cuando ganó sus cuatro campeonatos del mundo, y de esta forma, el panorama de la F-1 cambiaría por completo. Pero, ¿es esto lo que creo que va a pasar? Pues ciertamente no.

Marko y Horner. @ RB
Hamilton estaría loco si abandonase el proyecto de Mercedes. Es cierto que la FIA va a permitir a los equipos cambiar cerca del 50% del motor el año que viene, pero no creo que eso sea suficiente para que los alemanes pierdan la hegemonía. Sin embargo, el que si apostaría que se va a mover es el piloto asturiano. Nadie mejor que él sabe que por muchos cambios que tenga en mente su jefe Marco Mattiacci, o su nuevo jefe supremo a partir del 13 de octubre Sergio Marchionne, tener un coche campeón en 2015 es poco menos que una quimera. En 2016 cumplirá 35 años y ya no será como el “nano” que deslumbró a propios y extraños cuando debutó en Renault. Con Ferrari en pañales, Mercedes sin vacante y Red Bull con la puerta cerrada porque nunca encajaría en el perfil que la bebida energética busca para sus pilotos, la única opción es volver con el “malvado” Ron Dennis. Matizo dos cosas. Alonso no encaja en Red Bull porque por mucho que Christian Horner o Adrian Newey les gustase tenerlo en plantilla, no ocurriría lo mismo con el programa de jóvenes talentos que lidera Helmut Marko para Red Bull. Y por otro lado, cuando llamo “malvado” a Dennis, decir que para mí, es uno de los mejores patrones que ha tenido un equipo de fórmula 1, aunque aquí en España, los tifosi y determinados periodistas lo viesen en 2007 con cuernos y rabo como el mismísimo diablo, vamos, como también veían a Hamilton.

Singapur 2014. @ P
Resumiendo, que tal y como escribí en los billetes del año pasado, mi apuesta sigue siendo la de ver al Asturiano subido a un McLaren Honda. No voy a decir como otros que hay un acuerdo firmado, porque no lo he visto, pero estando como estamos a finales de septiembre, dudo mucho que no esté todo cerrado y más que cerrado. Pero, como esto es fórmula 1, y las noticias trascienden al gran público cuando unos pocos quieren, juguemos entonces al juego de la silla. Cuando Hamilton se siente, empezará el turno para el resto, así que como diría el gran Joaquín Prat, ¡A jugar!

GP ITALIA – Futuro incierto

Podio de Italia. @ P
El Gran Premio de Italia nos ha dejado muchas cosas de las que hablar. En lo deportivo la victoria de Lewis Hamilton con una salida horrible, y con su compañero regalando la carrera tras dos pasadas de frenada, el buen estado de forma de los Williams con podio para Felipe Massa, y el abandono de Alonso con su Ferrari roto han sido las claves de la carrera, sin embargo, lo que ha sucedido tras la carrera ha dejado en un segundo plano a la misma. La muerte de Emilio Botín y sobre todo, el cese – dimisión de Luca Cordero di Montezemolo han colocado a la Scudería ante un futuro incierto en el que la continuidad de sus pilotos no está asegurada.

Hamilton y Ecclestone. @ MB
Pero vamos por partes. Tras el desastre de Mercedes en Spa todo el mundo esperaba un tirón de orejas por parte de Toto Wolff a Nico Rosberg por haber arruinado el gran premio a su compañero. Y aunque esta no llegó, lo cierto es que fue el propio Rosberg el que arregló el desaguisado auto flagelándose en plena recta de meta. El alemán se pasó de frenada en la primera chicane dos veces, siendo rebasado en la segunda por Hamilton. La propia FIA tuvo que desmentir que las pasadas fueran intencionadas. Personalmente no me creo que Rosberg, con lo competitivo que es, haya aceptado entregar su victoria en bandeja de plata a Hamilton para pagar su error en Bélgica, pero lo cierto es que es difícil entender que un piloto de su talla cometa dos veces el mismo error. Juzguen ustedes.
Para un piloto de Ferrari subirse al podio en el Gran Premio de Italia es como tocar el cielo. Los tifosi aclaman a sus pilotos como sus antepasados acudían al coliseo a vitorear a los gladiadores. Sin embargo, Felipe Massa solo pudo disfrutar una vez de ese privilegio en ocho años que estuvo en Ferrari. Fue en 2010, cuando terminó tercero por detrás de su compañero Alonso y de Jenson Button. Bueno, pues ahora, en su primera visita al templo de la velocidad con Williams, va y se sube al podio de nuevo. Seguro que más de un empleado de Maranello se ha tenido que tirar de los pelos este fin de semana.
Y ya que hablamos de Maranello podemos afrontar el resto de focos de atención que os anunciaba al inicio del billete. Como siempre primero el deportivo. Este es el quinto año de Alonso en Ferrari y aunque tiene pinta de que se va a cerrar como el peor de los cinco, lo cierto es que su monoplaza sigue ofreciendo un aspecto que lo sitúa por encima del resto, la fiabilidad. En cinco años el asturiano ha tenido siete abandonos, y tan solo dos han sido por culpa del monoplaza, el de Malasia en 2010 y este de Italia. O sea, que andar, lo que se dice andar, no lo hace muy bien, pero al menos aguanta las carreras este bólido rojo. Lo malo es que este abandono llega en un año en el que Ferrari no ha ganado ninguna carrera, algo que no sucede desde 1993 cuando Jean Alesi y Gerhard Berger dejaron su casillero de victorias a cero. Cinco carreras le quedan al asturiano y al finlandés para no igualar ese triste record.
Emilio Botín. @ F
Y si hablamos de Ferrari esta semana, no podemos dejar a un lado a Botín y a Montezemolo. La desaparición del primero ha supuesto un mazazo a la gente del paddock. La fórmula 1 vive de grandes mecenas que apuestan por este deporte patrocinando pilotos, equipos o grandes premios. Gente que busca alcanzar una rentabilidad publicitaria uniendo su imagen a la de los grandes astros del volante. Precisamente, el gran logro de Bernie Ecclestone ha sido convertir a la fórmula 1 en un caramelo apetecible para esas grandes fortunas. Bueno, pues uno de esos grandes mecenas ha sido Emilio Botín. Su apuesta por Fernando Alonso cuando estaba en McLaren, por Ferrari, o por varios grandes premios dieron al Banco de Santander la imagen que necesitaba cuando su objetivo era asaltar los mercados brasileño o británico. Su desaparición debe entristecer y preocupar a todo el que vive de la fórmula 1. Y es que, aunque el rendimiento publicitario de su vinculación con Ferrari y Alonso es palpable, también es cierto que estas apuestas se hacen porque al “gran jefe” le gusta el deporte en cuestión o sencillamente porque le gusta codearse en un ambiente muy diferente al que tiene habitualmente en su trabajo. Recuerdo ahora un gran premio de Barcelona en el que estando a media hora del inicio de la carrera en la parrilla, el gran José Mari Rubio le pregunta, “Don Emilio, ¿hoy quiere salir en la tele o no?”. Botín asintió con la cabeza, y Rubio lo situó de tal forma que saliese en el plano de la Sexta junto a su protegido Alonso. Lo cierto es que Botín entendía muy bien el negocio publicitario. Facilitaba cualquier tipo de foto en el paddock, bien con cualquier deportista que se hubiera acercado al gran premio, o bien con una modelo que buscase salir en el papel couché. Realmente, una gran pérdida.
Botín y Montezemolo. @ F
Y, ¿qué decir de Luca Cordero di Montezemolo? Es difícil hablar de Ferrari sin tenerlo en cuenta. O se ha leído uno mucha historia, o se es muy mayor para recordar carreras sin que estuviera al frente de la Scudería. Han sido 23 años dirigiendo el proyecto de Maranello, sin embargo ha estado vinculado a la misma desde que en 1973 se convirtió en ayudante personal de Enzo Ferrari. En esos años al frente de Maranello consiguió seis mundiales de pilotos. Los cinco de Schumacher y uno de Raikkonen. Su marcha no ha sido una sorpresa. Probablemente el mayor error que ha cometido Montezemolo fue no hacer una reconversión interna cuando el grupo formado por Todt, Brawn, Schumacher y Byrne dejó el barco. Estoy seguro que de haber hecho esa reestructuración interna de forma correcta hoy seguiríamos hablando de Montezemolo al frente de Ferrari, y habría más de seis títulos en sus vitrinas. Pero señores, esa hubiera sido una historia diferente. Ahora toca esperar y ver que va a pasar en el futuro inmediato de la Scudería. Yo por el momento, lo veo bastante incierto, ¿y ustedes?


jueves, 28 de agosto de 2014

GP BÉLGICA – Cuestión de pegatinas


Daniel Ricciardo. @ RB
Llevamos semanas, incluso meses, anunciando lo que podía ocurrir en Mercedes si sus responsables no tomaban cartas en el asunto. Tienen el mejor coche con diferencia, dos de los mejores pilotos de la parrilla, y sin embargo, una vez más y van tres este año, la victoria se ha ido a manos de la sonrisa del paddock, Daniel Ricciardo.

En un deporte plagado de normas y de intereses, fue muy bien recibida la estrategia de Mercedes al inicio de esta temporada, dejar que sus muchachos peleasen a su antojo en la pista, sabedores de que su ventaja era tal, que nadie podría osar a arrebatarles el triunfo. Sin embargo, cuando llevamos disputadas doce carreras vemos que el joven pupilo de Christian Horner lleva tan solo una victoria menos que el líder del mundial. ¿Se le ha ido la mano entonces al triunvirato Wolff-Lowe-Lauda? Pues va a ser que sí.

A lo largo de la historia de la F1 ha habido numerosas normas internas en los equipos. Ordenes de los patrones de todo tipo. Pero si hay una que ha prevalecido estos 65 años de carreras es que los dos coches de una misma formación “no se pueden tocar bajo ningún concepto”, tal y como explicaba Wolff tras la carrera. Obviamente esto se lo podrían recordar a Webber y Vettel, o a Prost y al fallecido Senna. Lo cierto es que en ambos casos, uno de los pilotos tuvo que coger las de Villadiego.

Rosberg y Hamilton. @ MB
En Mercedes este año hay muchas cosas que no cuadran con el guion teórico que podíamos tener en la pretemporada. Resulta que el chico malo debería ser el inglés, y el bueno el alemán. Pues de momento todo parece indicar lo contrario. La estupidez de Rosberg atacando a su compañero en la segunda vuelta sin opciones a adelantar le ha costado caro al equipo. De tener un doblete claro han pasado a un abandono y a un segundo puesto en el podio que sabe a muy poco.

Hubiera pagado por estar en la reunión de los pilotos con los ingenieros tras la carrera en el motorhome de la estrella de plata. Realmente tuvo que ser una charla entretenida por lo que contó Hamilton en sus declaraciones. “Dijo que lo hizo a propósito, me dijo que podría haberlo evitado, incluso afirmó: lo hice para marcar territorio” explicó el inglés. Sin duda verle echar uno por las orejas mientras que Rosberg negaba la mayor tuvo que ser interesante.

Lauda y Lowe. @ MB
En el equipo todos han criticado la actuación del alemán, como no podía ser de otra forma. Si no había sobrepasado la mitad del coche de Hamilton, y encima estaba por el exterior, es él el que tiene que levantar el pie del acelerador, no su compañero. Wolff y Lauda han dejado las cosas claras tras la carrera, pero también han preferido cerrar el tema en privado cuando las mentes estén más frías, como ha matizado el alemán.

Ellos saben que como no enderecen el barco van a conseguir cargarse la estructura del equipo antes de terminar la temporada, y eso sería un poco triste cuando cuentan con una joya de monoplaza que está un mundo por encima de sus rivales.

Por otra parte no podemos olvidar que esto es fórmula 1. Rosberg sabe que en igualdad de condiciones debería de ser él el que deje paso a su compañero porque Hamilton está por encima en la pista, sobre todo este año que está mucho más centrado en lo que celebra. La ventaja con la que cuentan este año podría empequeñecerse la temporada que viene al permitir el reglamento que se cambie la mitad de los componentes del motor. Es posible que la ocasión que tiene este año de emular a su padre logrando el mundial no se presente de forma tan clara nunca más. Así que, ¿qué harían ustedes en si estuvieran en la piel del alemán? Pues probablemente lo mismo que él está haciendo. Aprovechar todos los subterfugios que le deje el reglamento, y sobre todo su equipo, para perseguir el ansiado trofeo de campeón del mundo.

Por cierto, muy curiosa la forma de actuar de la FIA de no tomar cartas en el asunto esgrimiendo que son cosas que debe arreglar el equipo. Si los colores de los dos coches fueran diferentes habrían sancionado a Rosberg, pero como eran el mismo equipo no lo hicieron. Desde luego esto sienta un precedente que no me parece muy lógico. El reglamente ha de ser igual para todos. ¿Qué hubiera pasado si lo de Bélgica tiene lugar en la última carrera y con este incidente se decide el título? Pues que se hubiera liado muy gorda y la FIA tendría que actuar de oficio. Sin duda, un desacierto el de los comisarios de Bélgica y el de dirección de carrera. Ni Charlie Whiting ni Emanuele Pirro, como cabeza visible de los comisarios, dieron en el clavo. Sin embargo, si sancionaron a Kevin Magnussen por impedir que Alonso lo adelantara en la pista cuando ambos luchaban por la séptima plaza, pero claro, los monoplazas y las pegatinas eran de diferente color… Un gran trabajo el de los chicos de la FIA.

Raikkonen en un pit stop. @ F
De Ferrari esta vez, mejor no hablamos. Lo de la salida fue de chiste, y eso que ahora parece que algo está mejorando porque Raikkonen terminó cuarto y casi se mete en el podio. Pero bueno, si se quieren reír un rato, echen un vistazo a las declaraciones de Esteban Gutiérrez tras la carrera en las que considera “inaceptables los problemas del motor Ferrari” de su Sauber. Como el mexicano llegue a ser piloto oficial no lo va a aguantar ni la madre que lo parió.

martes, 29 de julio de 2014

GP HUNGRÍA - Una ciencia inexacta

Alonso, Ricciardo y Hamilton. @ F
La fórmula uno es en realidad un universo paralelo a la realidad en el que la mayoría de las ocasiones nada es lo que parece ser. Lo he dicho muchas veces, y no por ello me canso de recordarlo. Una de las primeras premisas que se rompe cuando analizamos este deporte a fondo es que no se trata de una ciencia exacta aunque sea un deporte en el que los ingenieros imponen sus logros por encima del de los de los propios deportistas. Sin duda, la fórmula uno es una ciencia inexacta.

Para los que hemos estudiado ciencias, y más en concreto ingeniería, esta teoría nos cuesta menos entenderla que al resto de los aficionados contrariamente a lo que se pudiera pensar. Probablemente porque sabemos que en una ecuación tan compleja como la que marca los designios de la fórmula uno las variables son muchas, y por ello el resultado depende de muchos factores que a veces hacen que el resultado final no sea el que todo el mundo pueda esperar. La carrera de Hungaroring es un ejemplo maravilloso que corrobora esta teoría como si de un corolario se tratase.

Lewis Hamilton. @ MB
La cita de Budapest tenía todas las papeletas para hacer las delicias de los apostantes en las múltiples webs de apuestas que hay en la red. Un circuito “de piloto” donde Hamilton brilla con facilidad, y donde este año llegaba con el mejor coche. La apuesta era fácil, al menos a priori. Pero en esa simple ecuación inicial faltaba una variable a tener en cuenta, la fiabilidad de Mercedes. La flecha de plata del inglés se convirtió en una auténtica antorcha en la Q1, y el mismo monoplaza que este año le ha dado cinco triunfos lo dejaba fuera a las primeras de cambio en la calificación por segunda vez consecutiva, dejando en bandeja la pole a su compañero Rosberg. Afortunadamente para el británico, la ecuación de la carrera también tenía varias variables ocultas que le permitieron remontar 18 puestos, uno más que en Alemania, pudiendo así saborear el champán del podio.

Esas variables que rompieron cualquier pronóstico de la ecuación final fueron la lluvia caída antes de la carrera y los 2 + 1 safety car que tuvo el gran premio. Los chicos de la FIA llevan varios años rompiéndose los cuernos para conseguir carreras con más espectáculo e igualdad. Bueno, pues una situación de lluvia antes del inicio que anuló precisamente una de las absurdas normas que gobiernan este deporte fue lo que hizo de Hungaroring una de las carreras más emocionantes de la temporada. Al salir con los neumáticos intermedios de agua los pilotos ya no estaban obligados a usar los duros y los blandos en carrera, lo que unido a los safety cars permitió que cuatro pilotos con tres estrategias diferentes llegaran en un pañuelo al final de la carrera, solo seis segundos les separaron, y que encima no ganasen los que tenían el mejor coche.

Sebastian Vettel. @ P
Que nadie piense que Ricciardo llevaba en su monoplaza las “alas” de su bebida energética, o que Alonso sacó su varita mágica para hacer algún truco. Ambos hicieron una carrera perfecta con dos planteamientos bien diferentes, pero si cuando tiene el accidente el Caterham de Ericsson Rosberg no hubiera sobrepasado ya la entrada al pit lane, probablemente el resultado hubiera sido otro. Pero esto es la fórmula uno, una ciencia inexacta en la que todas las variables pueden adquirir un protagonismo que modifique el resultado de las ecuaciones. No por ello hay que quitar mérito a la gran carrera del australiano y del asturiano. El primero ha echado una paladita más a la hormigonera de un Vettel que sigue perdido en alguna parte del paddock, y el segundo ha vuelto a recordar a su nuevo jefe de lo que es capaz cuando las cosas le son favorables, aunque no haya sido en esta ocasión por contar con un buen monoplaza. No es de extrañar que ahora los de Maranello quieran aumentar el contrato de Alonso hasta que tenga 38 años. Tan solo me queda la duda si para entonces habrán sido capaces de crear un coche ganador, pero bueno, habrá que tener fe en James Allison.

Kimi Raikkonen. @ F
Por cierto, no puedo cerrar este billete sin comentar dos aspectos del fin de semana. Por un lado la enésima mamarrachada de Ferrari en las calificaciones dejando a Raikkonen fuera de la Q2. Vale que el finlandés no atraviese su mejor momento, pero si encima lo hacen salir el 17 realmente no lo están ayudando. La cara de tonto que le quedó cuando vio que se quedaba fuera de la calificación, y que encima era Jules Bianchi, uno de los pilotos que orbita sobre su asiento, el que lo echaba es como el anuncio de Mastercard, no tiene precio.


Niki Lauda y Toto Wolff. @ MB
Y por último, la gamberrada que cometieron los chicos de Toto Wolff cuando pidieron al bueno de Hamilton que dejase pasar a Rosberg argumentando que este más rápido y que como aún tenía que hacer otra parada no iba a ser un estorbo para el inglés. Mira que hasta ahora estaban gestionando bastante bien a los dos gallitos que tienen en el corral. Pues nada, a alguien se la va la pinza en carrera y envían la absurda orden a los auriculares del británico cuando Rosberg no llegó en ningún momento a meterle el morro a su compañero ni de lejos. Se imaginan que hubiera pasado si Hamilton obedece y Rosberg hubiera acabado por delante de él. Pues hubiera estallido el polvorín en Barckley. Afortunadamente el jefe Wolff ha salido tras la carrera jurando y perjurando que no volverán a dar ese tipo de instrucciones este año, al menos de forma pública diría yo.

lunes, 28 de julio de 2014

GP ALEMANIA – Mismo objetivo, diferentes caminos


Nico Rosberg. @ MB
El objetivo de la mayoría de los equipos cuando llega marzo es siempre el mismo. Como bien promulgaba el “Sabio de Hortaleza”, ese objetivo debe ser siempre ganar, ganar y volver a ganar. Sin embargo, cuando se llega al ecuador de la temporada ese objetivo hace tiempo que ha cambiado para muchos. Alemania ha sido la décima cita del año, y ahora que la cuesta ya es hacia abajo con nueve carreras por delante, es hora de replantearse las metas de cada formación.
El nuevo casco de Rosberg. @ MB
En Mercedes las cosas siguen calientes pero aún no han saltado las alarmas de la relación entre los dos pilotos. Así, mientras Hamilton lleva la delantera en victorias, su compañero Rosberg lo hace en la general. La firma de la estrella ha renovado ya al hijo de Keke, que por cierto se acaba de casar con su novia de toda la vida, sin embargo aún no ha hecho lo mismo con el inglés. Además, en las islas empiezan a estar un poco mosqueados con los problemas que está teniendo su ídolo. En esta carrera el británico ha tenido que remontar 17 posiciones para subirse al podio por un problema con los frenos en la calificación, y no es la primera vez esta temporada. Mucha mano izquierda va a tener que demostrar Toto Wolff con sus pupilos para que no estalle el polvorín en Mercedes. Va a ser casi imposible que la temporada acabe para ellos con buenos modos. Por mucho que se empeñen ambos, solo uno será el ganador del título mundial, y eso conllevará problemas para la firma germana, sobre todo cuando ambos tienen en sus genes el ser campeones.


Vettel y Alonso adelantan a Raikkonen. @ F
En Red Bull Vettel ha conseguido terminar por encima de Ricciardo, algo que no hacía desde la tercera carrera en Barhein. Sin embargo, el objetivo de la firma de bebidas energéticas es ahora otro muy distinto al de sus rivales germanos. Esta temporada se ha iniciado una era en la que la aerodinámica sigue siendo importante pero ya no es la clave de las victorias. Al no ser constructores de motores, en Red Bull dependen del motorista para ver a sus coches luchar por el podio, así que aunque sigan teniendo al ingeniero más en forma de la parrilla, Adrian Newey, eso ahora es secundario. De momento no está tan claro que Renault vaya a seguir siendo su proveedor el año que viene, aunque de no hacerse un anuncio pronto ya no habrá tiempo para adaptar un nuevo propulsor al monoplaza de 2015. Por otro lado no sería de extrañar que su piloto estrella durante cuatro años tomara las de Villadiego para buscar de nuevo las mieles del triunfo. Los asientos de Hamilton en Mercedes o Raikkonen en Ferrari podrían ser su destino, pero también el codiciado asiento de Button en McLaren con el nuevo motor Honda podría ser de su agrado. En Woking siguen tentando al trio de oro del automovilismo mundial, Alonso, Vettel y Hamilton, y por ahora ninguno ha claudicado a los picados que Ron Dennis les tira sabiendo que el as que tiene guardado en su manga es muy tentador. Nadie cree que Honda regrese para ser mero comparsa en el gran circo, y con la lección de motores aprendida este año su monoplaza puede ser un serio candidato al 2015.


Luca Marmorini. @ F
En Ferrari, sin embargo, siguen inmersos en una guerra bien diferente. Una vez que ha quedado claro que por lo único que se puede luchar este año es por subirse de vez en cuando al podio, ya no hay que esconder que la revolución si ha estallado en Maranello. La llegada de Marco Mattiacci de la mano de Montezemolo fue el detonante de una renovación que se debería haber producido hace unos cuantos años. Domenicali fue el primero en caer en favor del economista venido de las Américas. Pero no ha sido el único. Tras la carrera británica, el siguiente que ha recibido la carta de despido ha sido Luca Marmorini, el ingeniero jefe de motores. Seguro que ninguno se preguntará el porqué de la decisión. Lo que si se preguntarán es por qué se depuran responsabilidades y sin embargo no se trae personal de primer nivel para sustituir a los pesos pesados del equipo. De momento tanto Adrian Newey (Red Bull) como Andy Cowell (Mercedes) han dicho no a Maranello. El rechazo más hiriente es probablemente el del primero, ya que no es la primera vez que declina la invitación. Las malas lenguas dicen que en esta ocasión no pidió estar cerca de su familia en Inglaterra, lo único que pidió fue tiempo, tres años para hacer un monoplaza ganador, pero eso era justo lo que Mattiacci no podía darle, tiempo.

domingo, 27 de julio de 2014

GP GRAN BRETAÑA - Recuerdos del pasado


Bottas, Hamilton y Ricciardo. @ P
A veces la fórmula uno traiciona nuestro subconsciente y nos hace creer que una nos encontramos en otra temporada distinta a la que realmente vivimos. Es como si todo esto del ERS y la recuperación de energía fuese una pesadilla, o como si Mercedes no hubiese reinventado el turbo separando los dos rodetes. Cuando tenemos 19 o 20 carreras al año hay muchos momentos en los que nuestra mente experimenta un “Déjà vu” y realmente no sabemos si estamos reviviendo el pasado o nos encontramos ante hechos que al menos nos lo recuerdan. En Silverstone creo que hemos vivido tres momentos que merecen de sobra esta entradilla. Analícenlos y luego me lo cuentan.

Lewis Hamiton. @ MB
El primero, como no podía ser de otra manera se lo lleva el ganador, pero precisamente no por su victoria. Desde hace muchos años considero que Lewis Hamilton es uno de los mejores pilotos de la parrilla. Probablemente el más rápido a una vuelta, y uno de los perores rivales que se pueden tener en el cara a cara. Sin embargo, como ningún humano puede ser perfecto, el otrora pupilo de Ron Dennis tiene su talón de Aquiles en la cabeza. Sus manos y sus pies manejan el volante y los pedales como ningún otro, incluso su corazón es como el de un guerrero. Tras su paso a Mercedes, Hamilton mejoró mucho sus errores del pasado en McLaren. Esos errores pueriles que tan solo son capaces de hacer los genios cuando pierden la concentración, o directamente cuando son capaces de hacer lo complejo y fallar lo fácil. Silverstone ha servido de ejemplo de que la mente del bravo piloto británico aún no ha terminado de madurar. Dejar escapar la pole cuando es el mejor de toda la parrilla contra el crono y ver como su vecino de box le arrebataba el mejor tiempo no fue algo inteligente por su parte. Afortunadamente para él la caja de cambios de Rosberg no aguantó la carrera, y la victoria cayó de su lado. Estoy seguro de que el británico es el gran favorito al título, pero a veces no vale solo con ser el mejor y tener el mejor coche, porque cuando se tiene el mejor coche, hay otro piloto que también lo tiene, tu compañero, y si no es manco y trabaja más que tu, puede aguarte la fiesta en menos que canta el gallo.

Kimi Raikkonen. @ F
El segundo “Déjà vu” que sufrí en el gran premio británico fue el protagonizado por Kimi Raikkonen. Solo el finlandés es capaz de provocar un accidente como el sufrido en la primera vuelta del gran premio británico. Por un momento Silverstone se parecía más a los bosques galeses por los que el finlandés corrió en 2010 y 2011 con el Citroën C4 y el DS3. Esos tramos embarrados, con hielo y nieve, con árboles muy cerca del trazado, volvieron a mi memoria cuando Iceman se salía del trazado, y como si de un rally se tratase regresó a pista con el pie derecho a tabla. En los rallyes te suelen enseñar que para salir de una cuneta solo se puede a base de dar gas al motor, pero en los circuitos, esa teoría parece que no es válida cuando al volver te encuentras con los pianos. Afortunadamente todo quedó en un susto, con el finlandés magullado y con Felipe Massa de nuevo dando trabajo a su chapista, aunque esta vez su pericia fuese la que le libró de tener consecuencias más serias. Raikkonen no está este año en lo que celebra. Sus grandes carreras en Lotus las dos últimas temporadas han quedado ya en el olvido, y aunque en la pretemporada podíamos pensar que iba a poner las cosas difíciles al asturiano en Ferrari, lo cierto es que de seguir así el resto de la temporada es muy posible que no acabe con ganas de volver a subirse a un coche de competición. No sé si despertará del letargo en el que se sumió en su segunda era en Ferrari. Eso sí, el amante de las juergas puede seguir vanagloriándose de que sigue siendo el último campeón del mundo que dio la gloria a los de Maranello.

Alonso y Vettel. @ P
Y para terminar los “Déjà vu”, nos vamos al protagonizado por Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Quien nos iba a decir que dos pilotos que suman seis títulos del mundo iban a estar peleando en Silvesrtone de tú a tú por la quinta plaza. Ambos pelearon codo a codo, o más bien rueda contra rueda en dos partes de la carrera. La primera en favor del asturiano y la segunda con el alemán terminando por delante. Sin duda fueron dos de los momentos más emocionantes del gran premio. Lo triste, que la pelea era por la quinta plaza. En Ferrari sabemos muy bien lo que pasa. Su coche no está ni de lejos cerca de lo que exige un mundial de fórmula 1. Sin embargo, saber lo que le ocurre a Vettel es mucho más complejo. Tras cuatro mundiales consecutivos es como si se hubiera olvidado de pilotar. Su compañero australiano está firmando una temporada de ensueño, y encima ha sido el único capaz de vencer en carrera a los Mercedes. Más tarde o más temprano alguien contará la verdad de todo este embrollo. Mientras tanto debemos pensar que el alemán no se ha adaptado a la fórmula 1 de última generación y que no hay fantasmas, ni se deben buscar. ¿Ustedes se lo creen? Yo no.

lunes, 23 de junio de 2014

GP AUSTRIA - No hay peor cuña que la de la misma madera


Nico Rosberg. @ MB
A estas alturas de campeonato todo el mundo sabe que ya estamos ante un campeonato de motores. Tras muchas décadas de dominio de la aerodinámica, en este ejercicio la diferencia la marcan los propulsores. Atrás quedaron los tiempos de Chapman, Murray, Byrne o Newey, ahora lo que te da ese plus que te permite dejar atrás a tus rivales es la potencia que te proporciona el motor, aunque no se alimente solo de gasolina. Y en esta nueva era de motores, con los Mercedes de Nico Rosberg y Lewis Hamilton dominando sin oposición, nadie podía osar a plantarles cara sin contar con una estrella en su propulsor. Ni el mismísimo Frank Williams podía soñar con volver a ver a sus dos pilotos copando la pole de un Gran Premio, y menos teniendo a Felipe Massa en plantilla, pero ya ven, en el Gran Circo todo es posible. Y es que aunque el brasileiro nunca ha sido manco en las calificaciones, y si no recordemos las quince que obtuvo entre 2006 y 2008, lo cierto es que es curioso que se haya tenido que ir de Ferrari para volver a saborear la gloria.

El equipo Williams Martini Racing. @ P
Sin embargo, poco dura la alegría en casa del pobre. Las dos primeras posiciones en la calificación del sábado se tornaron en una tercera y cuarta plaza el domingo para los Williams. Los chicos del Martini Racing tuvieron ritmo en carrera y jugaron de tú a tú con los Mercedes, pero una desastrosa estrategia de carrera hizo que ambos tuvieran que claudicar en las dos paradas que hicieron.

Pero nos estamos saltando un dato. Austria es la casa de Red Bull. De hecho, la bebida energética es la que se ha gastado una auténtica fortuna en volver a llevar la fórmula 1 a Austria. Desde luego el tiro les ha salido por la culata. A pesar de que venían de disfrutar de su primera victoria esta temporada en
Berger y Lauda. @ F
Canadá, la maldición de Niki Lauda ha caído sobre ellos. El ex piloto austriaco, ahora asesor de Mercedes, amenazó con celebrar un doblete de Mercedes en el Red Bull Ring como venganza por haber retirado su nombre de la que ahora es la curva Pirelli. Pues dicho y hecho, los Mercedes volvieron a aplastar a sus rivales.

La lucha fraticida que protagonizan Rosberg y Hamilton ha cumplido un capítulo más en Austria. Poco más de un segundo les ha separado en la meta, aunque el inglés saliese de la novena plaza y el alemán desde la segunda. Si además nos fijamos en que el tiempo que ha perdido Hamilton en los cambios de neumáticos frente a Rosberg ha sido de un segundo y medio, podemos imaginarnos la calentura que tendrá el británico. Con una victoria más en su casillero resulta que se encuentra a 29 puntos de Rosberg por los dos ceros que tuvo en Australia y en Canadá. Personalmente creo que sería un poco triste que el piloto más rápido se quedar este año sin premio, pero esto es un campeonato, no una calificación, y la regularidad manda sobre todo.

Alonso en un pit stop. @ F
Pero volvamos al ídolo de la afición española y a su amada Ferrari. El quinto puesto obtenido en Austria les tiene que saber a gloria. Quedar solo por detrás de los Mercedes y los Williams en un circuito de potencia y velocidad es todo un logro. La pena es que puede haber sido una de las últimas alegrías de la temporada. La primera gran decisión de Marco Mattiacci al frente de la escuadra italiana ha sido parar el desarrollo del coche de esta temporada, el Ferrari F14T. Aunque nos cueste creerlo, Maranello no va a gastar un minuto más en desarrollar la “carrilana” con la que corren esta temporada. Personalmente creo que es un acierto, incluso fue un consejo en un billete anterior. Mattiacci está demostrando que aunque llega a este mundillo sin conocimientos de competición, al menos tiene los arrestos necesarios para tomar decisiones que de cara a galería pueden no ser muy atractivas. Sabe que Alonso tiene que decidir en breve, si no lo ha hecho ya, su futuro. Por un lado irse con McLaren y Honda, y por otro quedarse en Maranello a intentar un sexto proyecto. Creo que la apuesta de Mattiacci es la más lógica y acertada una vez que está claro que sus aspiraciones este año se reducen a colarse entre los cinco primeros en una carrera. El tiempo dirá si está en el camino correcto. Eso sí, tendrá que rezar para que Alonso no siga el camino de Massa y se vaya de Ferrari para volver a estar primero.

GP CANADÁ – Los autos locos

Los autos locos. @Hanna-Barbera
La fórmula 1 que nos han preparado esta temporada Bernie Ecclestone y la FIA no es, a veces, muy atractiva para el gran público. Un equipo y dos pilotos dominan a placer carrera tras carrera, y para desgracia de la afición española, la única referencia ibérica con el equipo puede ser la fábrica de furgonetas que Mercedes tiene en Vitoria. Por eso, cuando las circunstancias de una carrera nos ofrecen un desenlace como el de Canadá, son muchos los que se pegan al televisor y cambian el “porca miseria” que suele acompañar los resultados de Alonso y Ferrari, por el “vaya carrera más entretenida”, aunque el nuestro haya terminado una vez más lejos del podio.

El circuito Gilles Villeneuve tenía todos los ingredientes para que los hombres de Toto Wolff hubieran acrecentado su leyenda no dejando que nadie les usurpe la primera posición en los podios. Sin embargo, un problema de frenos acabó con los sueños de ganar todas las carreras de la temporada y batir el récord de los McLaren de Prost y Senna del 88. Con Hamilton fuera de carrera, y con Rosberg poco menos que arrastrándose en el final de la misma, la cita canadiense se convirtió en un remake de Los autos locos de Hanna-Barbera.

Massa y Pérez. @ P
Los protagonistas aceptan varias interpretaciones, pero creo que alguna comparación puede ser ciertamente real y verosímil. Así, ejerciendo de villano al volante cual Pier Nodoyuna tuvimos a Felipe Massa. Eso sí, Rob Smedley, el ingeniero bocazas ex Ferrari ahora de Williams, a quien podríamos caracterizar como su perro Patán, no tuvo cabida en esta carrera. El brasileño estuvo a punto de pelear por el podio, pero un fuerte choque con Sergio Pérez en la última vuelta le arrebató toda esperanza de victoria y podio. Sin duda el mexicano se merece el papel de profesor Locovitch, un científico loco que trató de subirse al podio con una sola parada y que, tras no respetar la absurda norma de los cambios de dirección, vio como el Williams del Brasileño lo pasaba por encima, estando a punto los dos de cepillarse a Vettel.

Daniel Ricciardo. @ P
Y claro, llegado al australiano con sonrisa eterna, y que encima consiguió en Canadá su primera victoria de la temporada no podemos encuadrarlo en otro personaje que no sea el de Penélope Glamour. Me hubiera gustado mucho ver la cara de Mark Webber tras la victoria de Daniel Ricciardo en el Gilles Villeneuve. Siete años en Red Bull con un bagaje de nueve victorias, y de repente llega un compatriota suyo al equipo, se pasa por la piedra al mismísimo Sebastian Vettel, y gana con un coche con el que el año pasado Webber dejó su casillero en blanco. Pero es lo que tienen las carreras. Pasar del llanto a la risa y viceversa, es solo cuestión de suerte, o a veces de trabajo, ¿quién lo sabe?

Una vez más, Vettel se ha visto superado por Ricciardo. Cada carrera que pasa empieza a ser más difícil entender esta situación en Red Bull. Cuesta comprender que un tetracampeón del mundo no sea capaz de poner firme a un niñato venido de las antípodas. Por cierto, si tenemos que colocar a Vettel en la serie de Hanna-Barbera su personaje debe ser Pedro Bello. Recuérdenlo con su coche frágil, y enamorado siempre de Penélope Glamour, aquí Daniel Ricciardo.

Los dos pilotos del equipo alemán no pueden tener otro papel que no sea el de los hermanos Brutus y Listus con el Troncoswagen, les dejo a ustedes que otorguen a cada piloto su personaje. Pilotos agresivos donde los haya que vieron como esta vez su Mercedes AMG se parecía más a la carreta de madera de la serie de animación americana.

Marco Mattiacci. @ P
Y por último, ¿dónde colocamos al nuestro? Pues seguro que muchos ya se lo imaginan. Lo de Alonso y Ferrari se parece muy mucho al Alambique Veloz y Lucas el granjero. Por mucho que Montezemolo se empeñe en renovar el equipo con prisas, esto va a ir más que lento para que podamos ver algún resultado en la formación italiana. Además, para colmo de coincidencias, junto al granjero teníamos en la serie al oso miedoso, interpretado a la perfección por Kimi Raikkonen. Cualquier parecido del finlandés con el que se vio el año pasado a los mandos del Lotus es mera coincidencia. Por ahora Alonso lo está machacando carrera tras carrera. Pero lo triste es que solo machaca a su compañero, porque de no haber habido el incidente entre Massa y Pérez en la última vuelta, el asturiano habría sido octavo, y eso que Hamilton estaba también fuera. Vamos, no me gustaría estar en el pellejo de Marco Mattiacci, o quizás sí. ¿Se imaginan? Vaya papeleta la del contable. Jean Todt necesitó siete años para conseguir el título mundial con Ferrari, y eso que contaba con Brawn, Schumacher y Byrne. Esperemos que Mattiacci tarde menos, porque en siete años Alonso y Raikkonen estarán casi seguro jubilados, y quien sabe que piloto se podría beneficiar de los triunfos italianos…

GP MÓNACO – La primera batalla



Hamilton, Rosberg y Ricciardo en Mónaco. @ MB
El Gran premio de Mónaco es sin lugar a dudas la cita más extraña del campeonato, pero probablemente también la más atractiva. Como siempre digo, el circuito monegasco tiene uno de sus mayores atractivos en que no perdona los errores de los pilotos. Este no es territorio del Hermann Tilke, aquí no hay escapatorias kilométricas, aquí si uno se equivoca abandona, no hay margen de maniobra. Pero esa característica también nos privó en Mónaco de tener una lucha más abierta por la victoria y por las plazas de honor. Los dos safety car motivaron que Rosberg se llevara el gran premio de principio a fin y que Alonso volviese a pasar por la piedra a su socio Raikkonen. Por supuesto que se preguntarán que hubiese pasado de no haberse neutralizado dos veces la carrera, pero señores, esa hipótesis no es válida en el Principado.

Nico Rosberg. @ MB
A parte de las fotos de grandes yates, y bellezas en bikini, la carrera nos deja también varios frentes abiertos y un guion casi cerrado de lo que nos espera el resto del campeonato. La batalla particular entre los pilotos de Mercedes ha subido un par de enteros. Falta mucho aun para que llegue a emular a las grandes luchas de la historia de la fórmula 1. El caso sin embargo, tiene todos los ingredientes para que recordemos los tiempos de Senna y Prost cuando pilotaban juntos en McLaren. No cabe duda que ni Rosberg ni Hamilton se pueden comparar a los dos astros de la escudería de Woking, pero si el dominio que están ejerciendo en el certamen. Aquella pareja consiguió 15 de 16 carreras en el 88, y estos llevan de momento 6 de 6. Por si fuera poco, las maniobras sucias o digamos, al límite de la legalidad, empiezan a aflorar. La jugada de Rosberg en 
Rosberg y Hamilton. @ MB
la Q3 privando a su compañero de cualquier opción de mejorar su tiempo al aparcar su coche en la frenada de Mirabeau fue de maestro. El propio Michael Schumacher hizo lo mismo en el 2006 a Alonso en la Rascasse, pero se le vio el plumero demasiado y fue sancionado. La calentura del inglés tras la calificación era de órdago. Por el momento la sangre no llegó al río porque el propio Hamilton se encargó tras la carrera de anunciar en su twitter que ambos pilotos volvían a ser amigos colgando una foto de ambos en un monociclo, pero no se engañen, este no será el último encontronazo de la temporada, y seguro que Toto Wolff y Paddy Lowe tienen que establecer quién es el primer piloto antes de que termine el año. Por el momento es muy fácil y acertada la decisión que ambos han tomado. La ventaja de su Mercedes es tan grande que aunque sus muchachos

cometan una pifia por pelear entre ellos el margen hasta el tercer piloto es abismal.

Fernando Alonso. @ F
Y hablando de abismos, lo de Ferrari sigue igual que estaba. La llegada de Marco Matiacci por el momento no ha causado el punto de inflexión que pretendía el bueno de Montezemolo. Aún faltan muchos cambios en la escudería italiana para que los tiempos por vuelta disminuyan. En Mónaco el rumor fue una mega oferta de los italianos a Adrian Newey. Es cierto que tanto Ferrari como el propio Newey negaron la mayor sobre el tema, pero ya saben, cuando el río suena…. Los más atrevidos cifran la jugosa oferta en 20 millones de dólares, y como Newey debe tener la cuenta bancaria repleta ya, la oferta incluye el desarrollo de un turismo Ferrari y el proyecto de retornar a Le Mans de forma oficial. Vamos, algo difícil de rechazar. Sin embargo, aunque me parece un proyecto ambicioso y muy posible, la duda que me entra es qué piloto se beneficiaría de los mágicos diseños de Newey. Si el británico aterrizase en Maranello, algo complejo por su apego a la familia y a las islas británicas, el proyecto tardaría como mínimo un par de años en empezar a verse en las pistas. Probablemente podrían tener un coche ganador en 2016 o 2017. Pongamos el periodo más corto que sería 2016. Alonso tendría entonces 35, y Raikkonen 37. ¿Les encaja? Les doy más pistas, Vettel tendría 29. Pero bueno, como se suele decir no vendamos la piel del oso antes de cazarlo, y dejemos que todo siga su curso. De haber cambios no nos enteraremos hasta final de temporada, y para eso, aún quedan muchas carreras.

martes, 13 de mayo de 2014

GP ESPAÑA - Game over

Podio Montmeló. @ P
Pues eso, se acabó el juego. Mucho se habló este invierno de la nueva normativa y de las posibilidades que se tenían todos los equipos de la parrilla para destronar a Sebastian Vettel y su Red Bull. Más en concreto, en España, casi se tiraban voladores soñando con ver el bólido rojo en lo más alto del podio. La nueva era turbo era el arma deseada para luchar contra Adrian Newey y sus diseños de lápiz y papel. La aerodinámica iba a dejar de ser la pieza clave de los monoplazas y los motores debían recuperar protagonismo. O sea, volvíamos a la fórmula 1 que tanto le gustaba a Enzo Ferrari. Su lema preferido “la aerodinámica es para fracasados que nos saben hacer motores” volvía a sonar a todo volumen en el hilo musical de Maranello. Parecía que todo cobraba sentido de nuevo. Ya no había que romperse los cuernos con conceptos teóricos que no se ven. Y es que, para un ingeniero, no puede haber nada más complejo que luchar con algo que no se ve como el aire. Ese arte ha estado siempre reservado a los grandes genios que hemos mencionado en otras ocasiones como Colin Chapman, Gordon Murray, Rory Byrne o el propio Adrian Newey. Sin embargo el sueño acabó convirtiéndose en pesadilla, y ahora el Gran Premio de España ha devuelto a los esperanzados tifosi a la realidad, el quinto proyecto Ferrari-Alonso se ha acabado. Tras cinco carreras hay que empezar a buscar nuevos objetivos, eso sí, ya no serán para esta temporada.
El Gran Premio de España ha sido siempre una especie de reválida para los equipos. Antaño, cuando no existían limitaciones en los entrenamientos libres fuera de los grandes premios, era la cita esperada por todos para equilibrar los desarrollos futuristas que se hubieran conseguido durante el invierno. Tras el periplo asiático se llegaba a Europa y las fuerzas se igualaban entre los grandes copiándose unos a los otros. Más tarde, con las limitaciones, esto ya no era tan fácil. Copiar sin probar en la pista no es tan fácil, y aunque España dejó de ser el punto de inflexión o de corrección para los equipos que no habían acertado con sus diseños en el parón invernal, sigue siendo una confirmación de quien debe pelear por el título. Ahora, tras Montmeló y las cinco carreras disputadas ya sabemos que el vencedor este año no va a ser un monoplaza que monte un Renault ni un Ferrari.

Alonso tras la carrera. @ P
El quinto proyecto de Montezemolo y Alonso se ha ido definitivamente al garete. Con una cuarta parte del campeonato disputada, no parece difícil aventurar que la posición final del asturiano este año debe ser la quinta plaza tras los dos Mercedes y los dos Red Bull. Todo un fracaso si se analizan las premisas. No debemos olvidar que tras sus éxitos en Renault, y su paso por McLaren, el asturiano prefirió pasar el calvario de estar dos temporadas en Renault para poder llegar a Maranello, donde debía de tener un coche que le permitiese volver a luchar por el mundial. Ahora tras cinco temporadas tiradas por la borda, y con dos años aun de contrato, tiene ante sí una difícil papeleta. Jubilarse con todos los honores en el equipo de sus sueños con dos mundiales, o cambiar y luchar por su tercer entorchado en el equipo que tantos dolores de cabeza le dio en 2007, McLaren.

Hamilton celebrando la victoria. @MB
La previsión es que la era turbo actual este vigente hasta 2019. Salvo grandes cambios en la reglamentación por parte de la FIA, mucho nos tememos que el reinado de los Mercedes va a ser largo, muy largo. Y no será porque no lo avisamos el año pasado en más de un billete. Los cambios de reglamentación podían convertir en un juego de niños el dominio de los Brawn de 2009 si algún motorista marcaba la diferencia y se congelaban los motores. Y así fue. Ni Ferrari ni Renault pueden ahora modificar el diseño de su turbo. Sin embargo, a Alonso le queda una bala en la recamara, Honda. Al no haber debutado aun, lo harán el año que viene con su motor montado en los McLaren, los japoneses sí que pueden copiar el diseño de los germanos y plantar batalla. El binomio de los ingleses y nipones, con Ayrton Senna y Alain Prost al volante, obtuvo cuatro títulos mundiales, con una temporada épica en el 88 con el MP4/4 en la que se llevaron 15 de las 16 carreras disputadas. La verdad es que argumentos para tomar la decisión del cambio parece que hay más que suficientes. De hecho, si tuviera que apostar diría que el acuerdo ya está firmado en algún despacho de Woking. Pero como suele ocurrir en la fórmula 1, eso de ser verdad, se conocerá dentro de unos cuantos meses. Hasta entonces solo nos queda hacer cábalas, y disfrutar de la brillante temporada que está firmando Lewis Hamilton con el Mercedes. Y si no ya saben, métanse en Youtube y disfruten conociendo como era la fórmula 1 antes de que la conocieran la mayoría de ustedes, probablemente se sorprendan. Les dejo un ejemplo, el GP de Mónaco del 84 con Ayrton a los mandos de un Toleman extraído de la película Senna. Todo un lujo.

martes, 22 de abril de 2014

GP CHINA - Mano de santo

Lewis Hamilton en China. @ MB
La cuarta cita de la temporada nos ha dejado muchos más interrogantes que respuestas. Normalmente las dos o tres primeras carreras de la temporada suelen ser extrañas, y no es hasta la cuarta o quinta cuando se resuelven los interrogantes de quienes son los elegidos para luchar por el podio en lo que resta de campeonato. Sin embargo, China ha puesto de manifiesto que este año lo único claro es que el campeón va a ser un Mercedes, ahora bien, quien va a acompañar en el podio a las flechas de plata es toda una incógnita.

De los doce puestos de honor en lo que va de certamen, siete han sido para Mercedes, dos para McLaren, uno para Red Bull, uno para Force India y uno para Ferrari. Pues si eliminamos a los pilotos de Wolff y Lowe, resulta que nadie ha sido capaz de repetir la cita con el champan en el podio. Las cuatro escuderías han brillado únicamente en una carrera, primero los ingleses, luego los austriacos, más tarde los indios y por último los italianos. ¿Con qué aspirante nos tenemos que quedar entonces para plantar cara a los alemanes?
Mercedes celebrando otro doblete. @ MB
Tras cuatro carreras, creo que afirmar que no habrá aspirante a luchar contra los Mercedes no es descabellado. Mucho tendrían que torcerse las cosas en la formación de Lauda para que no se lleven el mundial de calle. Su motor está un mundo por delante del Renault y del Ferrari, y eso no se arregla de una carrera para otra, ni de principio a final de temporada. Por el momento sabemos que fueron más listos que sus rivales separando el turbo del compresor para que los gases de entrada al motor estuvieran más fríos por un lado, y para que no se necesitase una refrigeración alta, reduciendo así el tamaño del intercooler, con lo que se consigue que los pontones puedan ser más pequeños y baje la resistencia aerodinámica del coche. Digamos que reinventaron el viejo concepto turbo-compresor, y eso no se palia ni con electrónica ni con aerodinámica. Quizás haya más cosas que aún no han salido a la luz, pero simplemente con ese diseño atrevido han conseguido hacer saltar la banca en la fórmula 1.

Ahora bien, y del resto, ¿con qué cara nos tenemos que quedar? McLaren brilló con sorpresa en Australia, sin embargo ahora mismo ya no entran en ninguna quiniela. Red Bull parece ser la única que aguanta el tirón, porque lo de Force India parece más una casualidad que otra cosa. Y en Ferrari pasan del llanto a la risa, y viceversa, en menos que canta un gallo. Si tuviera que apostar por el segundo equipo, probablemente elegiría a los de la bebida energética por su mejor aerodinámica, pero tampoco me jugaría muchos cuartos. Seguro que tras Montmeló podremos ver algo de luz en el túnel, pero no se engañen, esta es una temporada de cambios ingentes que no acabará de darnos sorpresas hasta Abu Dahbi.

Sebastian Vettel. @ RB
Pero centrémonos en dos de las incógnitas que nos ha dejado China. Por un lado, tenemos el bajo rendimiento que están evidenciando Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen. No creo que haya nadie que no los considere unos de los mejores pilotos de la parrilla. Sin embargo, alguno se preguntará, ¿se han olvidado como se conduce un fórmula 1? Yo estoy seguro que no se han olvidado. Es más, sigo considerando a los dos entre los cuatro mejores pilotos del Gran Circo junto a Hamilton y Alonso. Sin embargo, ¿Qué les pasa este año? Las hipótesis más fiables apuntan al mismo problema en ambos pilotos, las nuevas Pirelli. Podría parecer una disculpa peregrina, pero seguro que es más importante de lo que pueda parecer a priori. Los compuestos de este año son mucho más duros que en la pasada campaña. Y casi todos los monoplazas sufren el mismo problema, la dificultad de meter el coche en curva en cuanto no se está con blandos y las ruedas no son nuevas. Ambos pilotos han sido de los mejores cuidando los neumáticos en el pasado, pues ahora se necesita justo lo contrario. La clave es saber calentar las gomas sin destrozarlas para ayuda a meter el coche en la curva, y ese difícil equilibrio parece no haber llegado aún a las manos de Vettel y Raikkonen. Afortunadamente para ellos eso es mucho más fácil de solucionar que el tema del turbo-compresor que comentábamos antes, pero tampoco se arreglará de una carrera para otra. De esta forma en Red Bull seguiremos viendo a Ricciardo por delante de Vettel, y a Alonso destrozando los números de Raikkonen.

Marco Mattiacci con Kimi Raikkonen. @ F
Y llegados a este punto, nos encontramos con la otra gran incógnita que nos dejó el país del sol naciente, Ferrari. En quince días han pasado del ostracismo de estar luchando por entrar en los puntos, a pelear y conseguir el podio, al menos en el caso de Alonso. Su carrera en China fue perfecta si eliminamos el toque inicial con Massa, pero ni si quiera Alonso puede enderezar el rumbo de un equipo con dos semanas por el medio por mucho que algunos insistan en ver milagros en las actuaciones del asturiano. Tampoco podemos achacar la gran mejora en carrera a los cambios hechos en el muro. La salida de Stefano Domenicali sorprendió mucho menos que la llegada de Marco Mattiacci. La espantada de Luca Cordero di Montezemolo en Bahrein, delante incluso de Piero Ferrari, no auguraba buenos momentos a Demenicali. El italiano sabía que la espada de Damocles pesaba sobre su cabeza, lo que nadie podía soñar es que el elegido para sustituirlo era un hombre que nunca había pisado un circuito. Economista de profesión, Mattiacci ha iniciado en China un cursillo acelerado de lo que es la fórmula 1, así que nos podemos olvidar de que él haya sido el revulsivo que necesitaban los coches de Maranello.

Fernando Alonso. @ F
Y entonces, ¿qué ha pasado? Las novedades técnicas en China tampoco han sido muchas. Tan solo las nuevas tuercas que favorecen la canalización del aire que viene de los frenos y pocas cosas más. La respuesta tenemos que buscarla quizás en lo compleja que es la fórmula 1 cuando se hacen tantos cambios como los que ha habido este año. Lo decíamos unas líneas más arriba. Cuatro carreras y cuatro equipos diferentes acompañaron a los Mercedes en el podio. Ni Ferrari eran tan malo en Bahrein ni era tan bueno en China. Hasta que no avance más la temporada no sabremos donde están ellos y sus rivales. Eso sí, por el momento los españoles deben disfrutar de la carrera del asturiano en Shanghai, y para aquellos impacientes que quieren ver milagros y efectos curativos en el bólido rojo de Marenello, y ya que estamos aun con la resaca de la Semana Santa, que mejor que recordar una superstición religiosa, la mano de santo. Eso sí, pueden elegir entre la del mártir Domenicalli o la del redentor Mattiacci, ustedes deciden.

@luismanuelreyes