viernes, 3 de octubre de 2014

GP SINGAPUR – El juego de la silla

Lewis Hamilton. @ MB
Singapur es una de las carreras con más atractivo de la temporada. Y no solo porque se corra de noche para facilitar el horario de las retransmisiones en Europa. La carrera suele ser interminable, de hecho este año no se ha podido completar la totalidad de las vueltas una vez más, y encima, los safety car son muy habituales, con lo que se rompen la mayoría de las estrategias de carrera. Y por si fuera poco, la batalla entre Hamilton y Rosberg se ve pospuesta porque el alemán debe abandonar por problemas en su monoplaza. Sin embargo, si de algo se ha hablado en el paddock de Singapur no ha sido precisamente de carreras. Se ha hablado de contratos. Restan cinco carreras para que termine el mundial y aun no se sabe a ciencia cierta quien va a correr con quien el año que viene. Especulemos pues.
Como suele ocurrir otras temporadas, hay una persona que tiene la llave de todo este tinglado, o más bien la que tiene la llave maestra que abre todas las puertas de los equipos, porque llaves realmente llaves hay dos. La de verdad está en manos de Lewis Hamilton, y la otra en poder de Alonso. De hacerse con el mundial, el inglés tiene todas las papeletas de quedarse en Mercedes. Con su renovación, Toto Wolff cerraría la plantilla para dos temporadas más como mínimo, y el coche que más novias tiene en la parrilla se quedaría con las mismas manos al volante.

Hamilton y Rosberg. @ MB
Sin embargo, si perdiese el título en favor de Nico Rosberg, o incluso aun ganando, si sus relaciones con el alemán en la pista se enturbiasen más, las cosas pueden cambiar mucho. Hamilton es sabedor de que ahora mismo es el piloto más en forma de la parrilla. A una vuelta los números cantan por si solos, y en carrera, ha conseguido templar los nervios para no cometer los mismos errores que tuvo en McLaren. Pero ustedes se tendrían que preguntar, ¿dónde se iría un campeón del mundo? o en su defecto un subcampeón, cuando tiene un coche que es insultantemente mejor que el resto.
Muro de Ferrari. @ F
Pues la respuesta no es fácil. Ferrari está iniciando un gran proceso de renovación, y con el tiempo que lleva a cualquier equipo diseñar y poner a punto un coche ganador, dudo mucho que los de Maranello lo tengan antes de 2016. Por otro lado Red Bull está en una situación similar a la de los italianos, aunque no tan crítica. Mientras que no cambien de propulsor, o consigan que Renault se ponga las pilas, seguirán por detrás de los Mercedes. Así que, si consideramos que Williams no puede ser una opción para luchar por el título en 2015, la única opción es McLaren.
Son el equipo incógnita. La llegada de Honda puede dar el impulso que el proyecto de Ron Dennis necesita. Todos sabemos que si el gigante japonés entra en la F-1 es para gastarse dinero y pelear por el título. Otra cosa es que lo consiga. Recordemos que mientras que como proveedor de motores tuvo notables éxitos con seis títulos de constructores y cinco de pilotos en Williams y McLaren, como constructor íntegro del monoplaza no cosecharon más que decepciones, como fue la última época del 2006 al 2008. Esa es posiblemente la espina que tenga clavada en su corazón todo dirigente de Honda. Abandonaron en diciembre de 2008 la F-1 cuando tras tres años trabajando habían conseguido tener un monoplaza campeón para 2009 de la mano de Ross Brawn. La crisis pesó mucho en el sector automovilístico y vendieron el equipo por un euro al inglés. El resto es historia de sobra conocida. Brawn GP arrasó en el 2009 con Jenson Button, y se convirtió luego en la escudería que ahora se denomina Mercedes AMG F1 Team. Curioso, ¿no?
Bueno, pero no perdamos el norte y no nos liemos más. Si Hamilton hace al final ese movimiento, Alonso es más que probable que tomase las de Villadiego camino de Barckley, la sede de Mercedes AMG. A su vez, Vettel correría hacia Maranello en busca del “feeling” que tuvo cuando ganó sus cuatro campeonatos del mundo, y de esta forma, el panorama de la F-1 cambiaría por completo. Pero, ¿es esto lo que creo que va a pasar? Pues ciertamente no.

Marko y Horner. @ RB
Hamilton estaría loco si abandonase el proyecto de Mercedes. Es cierto que la FIA va a permitir a los equipos cambiar cerca del 50% del motor el año que viene, pero no creo que eso sea suficiente para que los alemanes pierdan la hegemonía. Sin embargo, el que si apostaría que se va a mover es el piloto asturiano. Nadie mejor que él sabe que por muchos cambios que tenga en mente su jefe Marco Mattiacci, o su nuevo jefe supremo a partir del 13 de octubre Sergio Marchionne, tener un coche campeón en 2015 es poco menos que una quimera. En 2016 cumplirá 35 años y ya no será como el “nano” que deslumbró a propios y extraños cuando debutó en Renault. Con Ferrari en pañales, Mercedes sin vacante y Red Bull con la puerta cerrada porque nunca encajaría en el perfil que la bebida energética busca para sus pilotos, la única opción es volver con el “malvado” Ron Dennis. Matizo dos cosas. Alonso no encaja en Red Bull porque por mucho que Christian Horner o Adrian Newey les gustase tenerlo en plantilla, no ocurriría lo mismo con el programa de jóvenes talentos que lidera Helmut Marko para Red Bull. Y por otro lado, cuando llamo “malvado” a Dennis, decir que para mí, es uno de los mejores patrones que ha tenido un equipo de fórmula 1, aunque aquí en España, los tifosi y determinados periodistas lo viesen en 2007 con cuernos y rabo como el mismísimo diablo, vamos, como también veían a Hamilton.

Singapur 2014. @ P
Resumiendo, que tal y como escribí en los billetes del año pasado, mi apuesta sigue siendo la de ver al Asturiano subido a un McLaren Honda. No voy a decir como otros que hay un acuerdo firmado, porque no lo he visto, pero estando como estamos a finales de septiembre, dudo mucho que no esté todo cerrado y más que cerrado. Pero, como esto es fórmula 1, y las noticias trascienden al gran público cuando unos pocos quieren, juguemos entonces al juego de la silla. Cuando Hamilton se siente, empezará el turno para el resto, así que como diría el gran Joaquín Prat, ¡A jugar!

GP ITALIA – Futuro incierto

Podio de Italia. @ P
El Gran Premio de Italia nos ha dejado muchas cosas de las que hablar. En lo deportivo la victoria de Lewis Hamilton con una salida horrible, y con su compañero regalando la carrera tras dos pasadas de frenada, el buen estado de forma de los Williams con podio para Felipe Massa, y el abandono de Alonso con su Ferrari roto han sido las claves de la carrera, sin embargo, lo que ha sucedido tras la carrera ha dejado en un segundo plano a la misma. La muerte de Emilio Botín y sobre todo, el cese – dimisión de Luca Cordero di Montezemolo han colocado a la Scudería ante un futuro incierto en el que la continuidad de sus pilotos no está asegurada.

Hamilton y Ecclestone. @ MB
Pero vamos por partes. Tras el desastre de Mercedes en Spa todo el mundo esperaba un tirón de orejas por parte de Toto Wolff a Nico Rosberg por haber arruinado el gran premio a su compañero. Y aunque esta no llegó, lo cierto es que fue el propio Rosberg el que arregló el desaguisado auto flagelándose en plena recta de meta. El alemán se pasó de frenada en la primera chicane dos veces, siendo rebasado en la segunda por Hamilton. La propia FIA tuvo que desmentir que las pasadas fueran intencionadas. Personalmente no me creo que Rosberg, con lo competitivo que es, haya aceptado entregar su victoria en bandeja de plata a Hamilton para pagar su error en Bélgica, pero lo cierto es que es difícil entender que un piloto de su talla cometa dos veces el mismo error. Juzguen ustedes.
Para un piloto de Ferrari subirse al podio en el Gran Premio de Italia es como tocar el cielo. Los tifosi aclaman a sus pilotos como sus antepasados acudían al coliseo a vitorear a los gladiadores. Sin embargo, Felipe Massa solo pudo disfrutar una vez de ese privilegio en ocho años que estuvo en Ferrari. Fue en 2010, cuando terminó tercero por detrás de su compañero Alonso y de Jenson Button. Bueno, pues ahora, en su primera visita al templo de la velocidad con Williams, va y se sube al podio de nuevo. Seguro que más de un empleado de Maranello se ha tenido que tirar de los pelos este fin de semana.
Y ya que hablamos de Maranello podemos afrontar el resto de focos de atención que os anunciaba al inicio del billete. Como siempre primero el deportivo. Este es el quinto año de Alonso en Ferrari y aunque tiene pinta de que se va a cerrar como el peor de los cinco, lo cierto es que su monoplaza sigue ofreciendo un aspecto que lo sitúa por encima del resto, la fiabilidad. En cinco años el asturiano ha tenido siete abandonos, y tan solo dos han sido por culpa del monoplaza, el de Malasia en 2010 y este de Italia. O sea, que andar, lo que se dice andar, no lo hace muy bien, pero al menos aguanta las carreras este bólido rojo. Lo malo es que este abandono llega en un año en el que Ferrari no ha ganado ninguna carrera, algo que no sucede desde 1993 cuando Jean Alesi y Gerhard Berger dejaron su casillero de victorias a cero. Cinco carreras le quedan al asturiano y al finlandés para no igualar ese triste record.
Emilio Botín. @ F
Y si hablamos de Ferrari esta semana, no podemos dejar a un lado a Botín y a Montezemolo. La desaparición del primero ha supuesto un mazazo a la gente del paddock. La fórmula 1 vive de grandes mecenas que apuestan por este deporte patrocinando pilotos, equipos o grandes premios. Gente que busca alcanzar una rentabilidad publicitaria uniendo su imagen a la de los grandes astros del volante. Precisamente, el gran logro de Bernie Ecclestone ha sido convertir a la fórmula 1 en un caramelo apetecible para esas grandes fortunas. Bueno, pues uno de esos grandes mecenas ha sido Emilio Botín. Su apuesta por Fernando Alonso cuando estaba en McLaren, por Ferrari, o por varios grandes premios dieron al Banco de Santander la imagen que necesitaba cuando su objetivo era asaltar los mercados brasileño o británico. Su desaparición debe entristecer y preocupar a todo el que vive de la fórmula 1. Y es que, aunque el rendimiento publicitario de su vinculación con Ferrari y Alonso es palpable, también es cierto que estas apuestas se hacen porque al “gran jefe” le gusta el deporte en cuestión o sencillamente porque le gusta codearse en un ambiente muy diferente al que tiene habitualmente en su trabajo. Recuerdo ahora un gran premio de Barcelona en el que estando a media hora del inicio de la carrera en la parrilla, el gran José Mari Rubio le pregunta, “Don Emilio, ¿hoy quiere salir en la tele o no?”. Botín asintió con la cabeza, y Rubio lo situó de tal forma que saliese en el plano de la Sexta junto a su protegido Alonso. Lo cierto es que Botín entendía muy bien el negocio publicitario. Facilitaba cualquier tipo de foto en el paddock, bien con cualquier deportista que se hubiera acercado al gran premio, o bien con una modelo que buscase salir en el papel couché. Realmente, una gran pérdida.
Botín y Montezemolo. @ F
Y, ¿qué decir de Luca Cordero di Montezemolo? Es difícil hablar de Ferrari sin tenerlo en cuenta. O se ha leído uno mucha historia, o se es muy mayor para recordar carreras sin que estuviera al frente de la Scudería. Han sido 23 años dirigiendo el proyecto de Maranello, sin embargo ha estado vinculado a la misma desde que en 1973 se convirtió en ayudante personal de Enzo Ferrari. En esos años al frente de Maranello consiguió seis mundiales de pilotos. Los cinco de Schumacher y uno de Raikkonen. Su marcha no ha sido una sorpresa. Probablemente el mayor error que ha cometido Montezemolo fue no hacer una reconversión interna cuando el grupo formado por Todt, Brawn, Schumacher y Byrne dejó el barco. Estoy seguro que de haber hecho esa reestructuración interna de forma correcta hoy seguiríamos hablando de Montezemolo al frente de Ferrari, y habría más de seis títulos en sus vitrinas. Pero señores, esa hubiera sido una historia diferente. Ahora toca esperar y ver que va a pasar en el futuro inmediato de la Scudería. Yo por el momento, lo veo bastante incierto, ¿y ustedes?