domingo, 27 de julio de 2014

GP GRAN BRETAÑA - Recuerdos del pasado


Bottas, Hamilton y Ricciardo. @ P
A veces la fórmula uno traiciona nuestro subconsciente y nos hace creer que una nos encontramos en otra temporada distinta a la que realmente vivimos. Es como si todo esto del ERS y la recuperación de energía fuese una pesadilla, o como si Mercedes no hubiese reinventado el turbo separando los dos rodetes. Cuando tenemos 19 o 20 carreras al año hay muchos momentos en los que nuestra mente experimenta un “Déjà vu” y realmente no sabemos si estamos reviviendo el pasado o nos encontramos ante hechos que al menos nos lo recuerdan. En Silverstone creo que hemos vivido tres momentos que merecen de sobra esta entradilla. Analícenlos y luego me lo cuentan.

Lewis Hamiton. @ MB
El primero, como no podía ser de otra manera se lo lleva el ganador, pero precisamente no por su victoria. Desde hace muchos años considero que Lewis Hamilton es uno de los mejores pilotos de la parrilla. Probablemente el más rápido a una vuelta, y uno de los perores rivales que se pueden tener en el cara a cara. Sin embargo, como ningún humano puede ser perfecto, el otrora pupilo de Ron Dennis tiene su talón de Aquiles en la cabeza. Sus manos y sus pies manejan el volante y los pedales como ningún otro, incluso su corazón es como el de un guerrero. Tras su paso a Mercedes, Hamilton mejoró mucho sus errores del pasado en McLaren. Esos errores pueriles que tan solo son capaces de hacer los genios cuando pierden la concentración, o directamente cuando son capaces de hacer lo complejo y fallar lo fácil. Silverstone ha servido de ejemplo de que la mente del bravo piloto británico aún no ha terminado de madurar. Dejar escapar la pole cuando es el mejor de toda la parrilla contra el crono y ver como su vecino de box le arrebataba el mejor tiempo no fue algo inteligente por su parte. Afortunadamente para él la caja de cambios de Rosberg no aguantó la carrera, y la victoria cayó de su lado. Estoy seguro de que el británico es el gran favorito al título, pero a veces no vale solo con ser el mejor y tener el mejor coche, porque cuando se tiene el mejor coche, hay otro piloto que también lo tiene, tu compañero, y si no es manco y trabaja más que tu, puede aguarte la fiesta en menos que canta el gallo.

Kimi Raikkonen. @ F
El segundo “Déjà vu” que sufrí en el gran premio británico fue el protagonizado por Kimi Raikkonen. Solo el finlandés es capaz de provocar un accidente como el sufrido en la primera vuelta del gran premio británico. Por un momento Silverstone se parecía más a los bosques galeses por los que el finlandés corrió en 2010 y 2011 con el Citroën C4 y el DS3. Esos tramos embarrados, con hielo y nieve, con árboles muy cerca del trazado, volvieron a mi memoria cuando Iceman se salía del trazado, y como si de un rally se tratase regresó a pista con el pie derecho a tabla. En los rallyes te suelen enseñar que para salir de una cuneta solo se puede a base de dar gas al motor, pero en los circuitos, esa teoría parece que no es válida cuando al volver te encuentras con los pianos. Afortunadamente todo quedó en un susto, con el finlandés magullado y con Felipe Massa de nuevo dando trabajo a su chapista, aunque esta vez su pericia fuese la que le libró de tener consecuencias más serias. Raikkonen no está este año en lo que celebra. Sus grandes carreras en Lotus las dos últimas temporadas han quedado ya en el olvido, y aunque en la pretemporada podíamos pensar que iba a poner las cosas difíciles al asturiano en Ferrari, lo cierto es que de seguir así el resto de la temporada es muy posible que no acabe con ganas de volver a subirse a un coche de competición. No sé si despertará del letargo en el que se sumió en su segunda era en Ferrari. Eso sí, el amante de las juergas puede seguir vanagloriándose de que sigue siendo el último campeón del mundo que dio la gloria a los de Maranello.

Alonso y Vettel. @ P
Y para terminar los “Déjà vu”, nos vamos al protagonizado por Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Quien nos iba a decir que dos pilotos que suman seis títulos del mundo iban a estar peleando en Silvesrtone de tú a tú por la quinta plaza. Ambos pelearon codo a codo, o más bien rueda contra rueda en dos partes de la carrera. La primera en favor del asturiano y la segunda con el alemán terminando por delante. Sin duda fueron dos de los momentos más emocionantes del gran premio. Lo triste, que la pelea era por la quinta plaza. En Ferrari sabemos muy bien lo que pasa. Su coche no está ni de lejos cerca de lo que exige un mundial de fórmula 1. Sin embargo, saber lo que le ocurre a Vettel es mucho más complejo. Tras cuatro mundiales consecutivos es como si se hubiera olvidado de pilotar. Su compañero australiano está firmando una temporada de ensueño, y encima ha sido el único capaz de vencer en carrera a los Mercedes. Más tarde o más temprano alguien contará la verdad de todo este embrollo. Mientras tanto debemos pensar que el alemán no se ha adaptado a la fórmula 1 de última generación y que no hay fantasmas, ni se deben buscar. ¿Ustedes se lo creen? Yo no.

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