lunes, 23 de abril de 2012

GP BAHREIN - ¿Dónde está la ilegalidad?


Alonso, el rey Juan Carlos y De la Rosa. @ L.M. REYES
 Ante de hablar de la F-1, tenéis que permitir que me salga por la tangente y hable de otras cosas. El mes que viene hace un año que me embarqué en la aventura de hacer un blog. La culpa la tuvo un compañero y amigo de La Voz de Asturias. Él me animó y me apoyó a que siguiese escribiendo mis habituales Billetes de F-1 tras dejar de hacerlo en el periódico por decisión propia. Como sabéis, La Voz de Asturias ya no está en los kioscos desde el pasado viernes, y si para mi supone la pérdida de mi segundo trabajo, para muchos significa quedarse sin su principal fuente de ingresos. Por eso, quiero lanzar un fuerte abrazo a Armando Álvarez. Además de ser uno de los mejores fotógrafos que conozco, sin su insistencia hoy no estaríais leyendo estas líneas, así que, ánimo Armando, con tu talento tardarás poco en deleitarnos en otra publicación con tus fotografías. Mientras tanto, podéis seguirle en su blog: http://photographeres.blogspot.com.es/
Termino este paréntesis con mi despedida de La Voz de Asturias. Ya hace tres días que nos comunicaron el cierre, pero cuando me he sentado delante del televisor para ver la formación de parrilla no he podido evitar recordar los buenos momentos que he vivido en la F-1 como corresponsal de LVA. Debuté en Montmeló en el 2001 con Alonso y Minardi, y quitando algún año puntual en el que el Fito me impidió acudir, he sido fiel a la cita desde entonces. Para mi, Montmeló es como Libardón o Quinzanas, pero a diferencia de estos tramos, probablemente ya no volveré a pisar su paddock ni volveré a colocarme en su muro con el 300 o el 400 del periódico, ¡qué lujo de objetivos! Ha sido algo más de una década de estrés, carreras y sol, porque si algo hay en Montmeló en mayo es sol. Pero además, también tuve la fortuna de vivir el GP de Hungría de 2003 y ser una de los diez españoles que contamos desde Budapest la primera victoria de Alonso. Por eso, tengo que agradecer a La Voz de Asturias que me permitiera conocer de cerca ese gran circo que sigo desde niño. Atrás quedan un montón de anécdotas como cuando me preguntaron las chicas de la sala de prensa cual era la capital de Asturias porque los japoneses estaban locos con la actuación de Alonso llevando su Minardi hasta la décimo tercera posición final, decir que la tentación de decir Gijón fue grande. O como cuando nos colamos en Luz de Gas por delante de una cola kilométrica con las acreditaciones al cuello gracias a que mi amigo Miguel Martínez, convenció al jefe de los “matones” que éramos mecánicos de “la Ferrari” hablando un italiano patatero. otra buena fue cuando Martínez y un servidor paramos a Bernie en el paddcok, y Carmelo Ezpeleta tuvo que acabar haciéndonos de traductor para conseguir terminar la entrevista. Pero bueno, dejémonos de sentimentalismos, y volvamos a lo que nos atañe, la F-1.


Podio de Hungria 2003. @ L.M. REYES
 
Bueno, al fin se ha acabado el periplo oriental del calendario y se llegará a Europa el mes que viene, sin embargo, en contra de lo que ha ocurrido los últimos años, nos encontramos con cuatro pilotos que han logrado una victoria y ningún equipo que ejerza como claro dominador. Es curioso ver como muchos habían enterrado juntos a Vettel, Newey y Horner tras China, y ahora resulta que son los líderes del mundial en pilotos y constructores. Los Red Bull no son la apisonadora del año pasado, pero aún tienen mucho que decir esta temporada.

Vettel y Horner. @ R.B.
Hay que remontarse a la temporada 2003 para encontrar a cuatro pilotos diferentes ganando en las cuatro primeras carreras, Coulthard, Raikkonen, Fisichella y Schumacher. Por el momento tan solo podemos decir que Red Bull y McLaren son los mejores colocados de cara a la lucha por el título, siempre y cuando Ferrari no consiga esa ansiada evolución milagrosa y Mercedes no logre la regularidad que les falta. Y es que, Montmeló puede ser un punto de inflexión para muchos. Con la llegada de los equipos a Europa y con el largo paréntesis hasta la cita catalana, esta quinta carrera puede ser la última opción para muchos de subirse al carro del mundial. Antaño era siempre el gran premio en el que los equipos grandes sacaban su gran evolución, mayor a veces que la que habían mostrado a principios de temporada. Sin embargo la limitaciones de entrenamientos no permite ahora grandes progresos.  Además de los citados Mercedes y Ferrari, Lotus puede ser una gran candidata a luchar por los podios, ¿quién lo iba a decir el año pasado? Raikkonen vive su segunda juventud, y Grosjean ha devuelto a los galos el honor del podio 14 años después. ¡Qué bonito bagaje el del país vecino!
Pero centrémonos en los criticados incidentes de ayer. Incapaz de revivir el triunfo de China, Rosberg se convirtió de nuevo en protagonista. Primero luchando con Hamilton y luego con Alonso. Tras ver las dos “peleas” repetidas veces mi juicio esta vez coincide con el de los chicos de Whiting. No hubo nada sancionable. A pesar de que Alonso se haya mostrado muy sarcástico en twitter tras la carrera, sigo sin ver ninguna ilegalidad. Debe ser que, o bien me hago mayor y no veo con claridad las cosas, o esta fórmula uno de hoy en día es una competición más light que la que me hizo amar este deporte. En ambas Rosberg supera a los dos pilotos en la misma curva y en ambas bloquea el paso en la misma recta. La diferencia es que en la pelea con Hamilton el inglés acaba fuera de pista, no cede y acaba pasándolo. Como comprenderán, si hay alguna ventaja por rodar en una zona sucia en una recta, que me lo expliquen que no lo entiendo. Y si hay algún delito en defender la posición frente a un piloto que no te va a doblar, pues lo mismo, que me lo expliquen.
Por otro lado, mencionar el comentario de Schumacher acerca de los neumáticos Pirelli, “es inaceptable que los neumáticos limiten tanto a los monoplazas como a los pilotos, espero que Pirelli medidas de cara al futuro”. Al igual que el Kaiser yo tampoco entiendo por qué en la F-1 actual no se compite con los mejores medios que los ingenieros pueden poner en manos de los pilotos. Es lamentable que para limitar las prestaciones de los monoplazas se haya escogido unos neumáticos de prestaciones horribles que impiden que un piloto pueda rodar al máximo de sus prestaciones y las de su coche. Insisto, o hay algo que están haciendo mal en la FIA, o me estoy haciendo mayor, juzguen ustedes.

martes, 17 de abril de 2012

GP CHINA - El director de orquesta

Schumacher y Brawn. @MB
La temporada que estamos viviendo en la F-1 este año ayudará sin duda a recuperar aficionados a este deporte gracias a que de momento nadie ha iniciado una dictadura al estilo de las de Vettel, o anteriormente la de Schumacher. Que llevemos tres carreras con tres vencedores es bueno también para el pequeñín Bernie, que ve como su negocio crece enteros con las audiencias mejorando carrera a carrera, pero esta temporada esta siendo sobre todo buena para un clásico de este deporte, Ross Brawn. Tras el GP de China, todas las miradas se centraron en Nico Rosberg por conseguir su primer triunfo 30 años después de que su padre Keke se alzase con su único cetro mundial, pero la gloria estos días debe ser para su jefe Brawn.

Rosberg en el podio. @MB
 Este ingeniero de Manchester, miembro de la Orden del Imperio Británico, debutó en este deporte de la mano de Frank Williams en 1978, y aunque inicialmente trabajó como ingeniero de motores, y luego de aerodinámica, realmente se ha hecho un hueco en la F-1 como estratega, director técnico y jefe de equipo. Su merito esta temporada no está en reunir a dos buenos pilotos que aúnan juventud (Rosberg) y experiencia (Schumacher), si no en juntar a los ingenieros Bob Bell, Geof Willis y Aldo Costa. El primero seguro que lo recordáis del paso de Alonso por Renault, el tercero de Ferrari, ambos con largas trayectorias en esos equipos, mientras que Willis, al contrario que sus compañeros, pasó por muchas más formaciones como Williams, Honda, Red Bull e incluso HRT. Ninguno de ellos ha logrado nunca ser un crack de este deporte por sí solo, pero bajo la batuta de Brawn, y unidos como una gran orquesta, han logrado darle a los dos pilotos germanos un coche para luchar por el campeonato.
Ahora solo nos queda saber si la mezcolanza de Brawn en Mercedes puede dar los frutos que obtuvo en Benetton en los años 94 y 95 cuando junto a Schumacher y Briattore se llevó el título, o el éxito que obtuvo en Ferrari con los cinco cetros del Kaiser y los seis de constructores. De momento tiene muchas papeletas para que el pelear por el título con los McLaren, curiosamente con el mismo propulsor. Los Mclaren son ahora mismo los grandes favoritos para hacerse, al menos, con el título de constructores. Tienen la mejor pareja de pilotos, y el coche está al máximo nivel, sobre todo porque están rindiendo a un nivel bueno a pesar de no tener tan evolucionado el famoso efecto W-duct que los Mercedes comenzaron a utilizar a finales del año pasado. El sistema permite liberar la carga aerodinámica del alerón delantero sin que ningún artilugio mecánico, electrónico o humano intervenga. Todo un alarde de aerodinámica y mecánica de fluidos. Para que conozcáis un poco más este invento, os pongo un video en el que un ingeniero español lo adapta a un Ferrari, precisamente uno de los equipos que peor ha trabajo el invento.

Brawn conoce este deporte a la perfección y sobre todo es experto en encontrar oro donde nadie lo ha soñado antes. Hay que recordar que fue el hombre que compró en el 2008 el equipo a Honda por un dólar, y que luego se lo vendió a Mercedes dos años más tarde por 100 millones de dólares. La plusvalía asusta un poco, ¿no? Además, fue el gran artífice junto a Michael Schumacher, Jean Todt y Rory Byrne de que Ferrari consiguiese un título de pilotos después de 21 años de sequía y uno de constructores después de 16 en blanco. Entiendo que son suficientes méritos para que la competencia les tenga miedo este año.
Y si hablamos de la competencia y de Ferrari, no podemos dejar de mencionar la situación actual del equipo italiano. Tras el espejismo de Malasia, el asfalto seco ha devuelto a Alonso al calvario que lleva sufriendo desde que entró en Ferrari. Es cierto que el año pasado renovó hasta el 2016 con la escudería de Maranello, pero a este paso, como no espabilen sus ingenieros, se va a quedar sin oler un título. Esta es su tercera temporada con Ferrari, y a estas alturas, y aunque no seamos Briattore, ya casi podemos vaticinar que no va a pelear por el título tras tres carreras disputadas. Mientras que no llegue una auténtica evolución del coche, y parece ser que el equipo está en ello, al asturiano solo le resta esperar a que la climatología se alíe con él de nuevo provocando una carrera loca, que haya suerte ese día en la estrategia y que no cometa errores. Por cierto, si la estrategia de Malasia fue excelente, la de China fue para olvidar. El planteamiento a tres paradas podía ser bueno en un principio, pero alguien tenía que haber recordado que con un coche tan lento en las rectas es imposible adelantar, y que con dos paradas hubieran tenido que hacer menos adelantamientos. Pero como doctores tiene la iglesia, esperaremos a ver con que nos deleita el equipo rojo en los próximos GP.