lunes, 25 de julio de 2011

GP ALEMANIA - Remar para morir en la orilla


Hamilton. © L.M.Reyes.

Diez carreras han necesitado los McLaren y los Ferrari para conseguir que Vettel se bajase del podio. Han sido diez carreras de lucha continua contra el ingenio de Adrian Newey, y contra el talento del chico del dedo índice. Ahora la pregunta es clara, ¿han llegado a tiempo la gente de Whitmarsh y Domenicalli? Pues, va a ser que no.
Ya sé que es más fácil esperar a que llegue el final de la temporada y ver lo que finalmente pasa en la lucha por el título, pero como me gustan las apuestas y el juego, mi pronóstico sigue siendo el mismo que las últimas semanas, el mundial es de Vettel.
Desde que a Ecclestone y a los chicos de la FIA se les ocurrió prohibir los entrenamientos, los mundiales son para los que hacen los deberes en el invierno. Es cierto que McLaren y Ferrari cuentan ahora con un coche capaz de luchar por un mundial. De hecho, si uno mira la clasificación y se olvida del que va primero, nos encontramos con un campeonato al rojo vivo con Webber, Hamilton y Alonso en nueve puntos, y con Button a una carrera. Al propio Ecclestone se le pondrían los ojos con el símbolo del dólar como al tío Gilito sólo de pensarlo. Los ratios de audiencias serían de récord. Pero no, lo cierto es que hay un chaval alemán que saca más de tres carreras al resto.
Poco importa que este fin de semana Vettel no haya estado nada fino. Quizás la presión de correr en su casa, y el hecho de demostrar que es existe la fórmula 1 en Alemania después de Schumacher hayan sido su talón de Aquiles en Nurburgring. Si se hubiese hecho una encuesta entre los germanos que llenaban las gradas del circuito sobre quién es su piloto, el Kaiser seguiría ganando por goleada a pesar de que Rosberg le siga metiendo el agua en casa.
El Red Bull de Newey sigue siendo tan bueno como el que debutó en Australia. El problema es que sus rivales ya no son tan malos como los que corrieron en las antípodas. Pero al igual que ocurrió en 2009 con los Brawn, la respuesta ha llegado tarde. Ya hemos pasado el ecuador del certamen y sólo quedan nueve carreras. Y digo sólo, porque aunque eso es un mundo, Vettel les lleva más tres de ventaja al resto, así que, salvo debacle, la lucha será por completar el podio.
Desde que tengo uso de razón y sigo la fórmula 1, a veces creo que lo segundo sucedió antes que lo primero, no he visto una temporada en la que el campeón no haga uno o dos borrones en el calendario. Vettel lleva dos. El más grave en Canadá, cuando regaló la victoria a Button. El trompo en Nurburgring es menos sangrante, pero le dejó fuera del podio. Es más que probable que haya llenado su cupo por este año. De no ser así, su ventaja en el mundial le permite volver a repetir otra torpeza, pero tampoco debe confiarse demasiado. En McLaren y en Ferrari tocan a zafarrancho desde hace tres carreras, y se van a tirar a la yugular a Vettel en la primera oportunidad que tengan.
Webber. © L.M.Reyes.
El hecho de que Hungaroring se corra en una semana hace muy inciertos los pronósticos. Hamilton y Alonso demostraron una vez más en Nurburgring que son los mejores pilotos del campeonato junto a Vettel. Quizás hasta ambos se encuentren medio paso por delante, aunque cada uno tenga sus puntos fuertes y débiles. En la fórmula 1 el coche pesa una 60 o 70 por ciento, y a veces no permite al mejor ganar, pero lo que si le permite es superar, e incluso hasta humillar a su compañero de equipo. Y si no lo tienen claro, miren en los tres equipos grandes como están situados los segundos pilotos. Por cierto, tras esta semana ya tenemos confirmada la continuidad de dos de ellos, Massa y Webber. Entiendo más lo del australiano, pero lo del brasileño me lo tendrá que explicar alguien. Año tras año demuestra en varias carreras que es indigno de sentarse en un F1, sin embargo, realiza tres o cuatro carreras aceptables, y a Montezemolo se le enternece el corazón, o se le ablanda el cerebro y lo renueva. Puesto que no aporta gran cosa al equipo, lleva menos de la mitad de puntos de Alonso, sería mejor buscar un piloto joven y prometedor que se fuese fogueando en un equipo grande. Aunque al asturiano aún le queda contrato para rato tras la renovación anunciada en Barcelona, ya tiene 30 años, y los años no pasan en balde para nadie.

lunes, 11 de julio de 2011

GP GRAN BRETAÑA - Un embarazo no deseado


Alonso. © L.M.Reyes.

Nueve meses han pasado desde que Alonso y su Ferrari no se subían a lo más alto del podio en un gran premio. La victoria de ayer en Silverstone, uno de los templos de este deporte hasta que fue renovado por completo este año con un gusto un tanto extraño, ha sido como un parto difícil para la Scuderia. Sin duda, nadie en el equipo italiano habría pensado tras la carrera de Corea en octubre que se iban a pasar nueves meses en el dique seco, pero así ha sido, como un embarazo no deseado.
Y ustedes se preguntarán, ¿ahora que ha habido parto se acabaron las penas? Pues pienso que no. Es cierto que los ingenieros greco-latinos de Ferrari han puesto toda la carne en el asador. Han colocado a un lado el motor y el chasis, y se han centrado en lo siempre han denostado, la aerodinámica, pero la distancia creo que sigue existiendo. Es como si hubiesen quitado del menú la pasta y los helados, y hubiesen puesto a la carne como estrella de la comida, pero de momento sólo tienen ossobuco, mientras que en Red Bull te ofrecen carne de buey de Kobe.
Ferrari está haciendo los deberes, pero también ha tenido unos cuantos factores este fin de semana a su favor. No es que le hayan regalado el triunfo, ni mucho menos, pero esta vez les salió todo bien y a los hombres de Horner, todo mal. Sin duda, la suerte se gana en la pista, en el pit lane, en el box, en el paddock, y en los talleres y el túnel de viento, pero hay que reconocer que Ferrari la tuvo en Silverstone.

Vettel en el pit lane. © L.M.Reyes.

El error garrafal en el pit stop de Vettel supuso casi el triunfo de Alonso. El alemán se dejó ocho segundos, pero además salió por detrás de Hamilton, este con un ritmo más lento que el asturiano. Si a eso sumas todo el pitorreo que se ha traído la FIA con el soplado de los difusores, podemos encontrarnos una carrera muy diferente dentro de quince días en Alemania. Hay más factores a tener en cuenta. La lluvia fue crucial en esta carrera. Por un lado la cambiante climatología del fin de semana hizo muy complicado conseguir un set up óptimo para la carrera, y en eso si que ganó Ferrari, y sino, no hay más que fijarse en el último sting de Alonso con un ritmo endiablado. Pero también no es menos cierto que al haber tenido que utilizar los intermedios por el agua, Ferrari se pudo olvidar de montar los duros que tantos trastornos le han ocasionado este año por su falta de carga aerodinámica.
Y entonces, ¿qué es lo que va a pasar a partir de ahora? Pues obviamente no lo sé, si lo supiese estaría buscando en qué gastarme el euromillones que se juega el martes, pero no es así. Es muy difícil saber hasta dónde se ha acortado la diferencia entre Ferrari y Red Bull. Sí sabemos que es menor que hace cinco carreras, y que en los de la bebida energética tienen bien claro que van a utilizar las órdenes de equipo si en algún momento peligra un solo punto de Vettel, aunque no tenga muy claro que Webber quiera anteponer su renovación a la opción de poder subirse de nuevo a lo más alto del podio. También podemos afirmar casi sin reparos que el alemán será el bicampeón del mundo más joven de la historia, quitándole al asturiano el último récord que le queda. Pero, saber si vamos a volver a ver un Ferrari ganando una carrera este año es más complicado. Yo apostaría a que alguna caerá, porque aún restan diez, lo mismo que para el lado de McLaren, pero, de ahí, a que empiecen a dominar a los Red Bull, hay un trecho muy grande.
Para empezar, la prohibición de los difusores soplados ha quedado anulada para Alemania, y aunque todos se empeñen en decir que no afecta nada, e incluso el propio Alonso afirmó que desde el año pasado usan este invento, lo cierto es que algo debe influir cuando todos los equipos han preferido volver al sistema, y cuando la propia FIA iba a dar una prebenda a los motores Renault.
Si realmente quieren jugar a brujos y apostar con sus amigos algo en lo que resta de campeonato, háganlo en ver cuándo será campeón Vettel. Quedan diez carreras, pero para Vettel ya son sólo siete, puesto que saca 80 puntos a su compañero, 92 a Alonso y 95 a la parejita inglesa. Como siga haciendo segundos puestos cuando ganen sus rivales, nos vamos a aburrir mucho a final de temporada.