lunes, 25 de junio de 2012

GP EUROPA - Los reyes del mambo


Raikkonen, Alonso, Schumacher y Stella. @ Ercole Colombo

Dicen que la grandeza de una victoria la otorga el nivel de tus rivales. La de Alonso en Valencia se puede calificar con muchos adjetivos, inesperada, sorprendente, o redonda, pero nunca como la mejor del asturiano. La memoria nos suele jugar malas pasadas, y lo más reciente es siempre lo que más brilla en nuestro subconsciente. Que dos dinosaurios como Schumacher o Raikkonen le acompañasen en el podio en el mismo orden que en el GP de Francia en 2005 es algo muy significativo. Como creo que hay muchos argumentos para demostrar esto, simplemente váyanse a youtube, y retornen al 2005, Gran Premio de San Marino, y disfruten de las últimas 10 vueltas del asturiano en el Renault frente al Kaiser con Ferrari. Con eso olvidarán la carrera de Valencia.
Que Vettel y Grojean se quedaran tirados con el alternador roto, que los mecánicos de Hamilton la hayan vuelto a liar en el pit stop, o que Button y Webber hayan estado dedicados a la caza y el pastoreo el fin de semana, no son premisas que deban quitar méritos a la victoria de Alonso, pero si nos deben centrar un poco y darnos otro punto de vista diferente al del ultra que vuelve a apelar a la magia del asturiano. Fernando Alonso y Ferrari firmaron ayer una actuación perfecta, pero hay un gran número de condicionantes externos que ayudaron a que esa carrera perfecta se convirtiese en un triunfo inesperado. Y no me refiero solo a las situaciones rocambolescas que acabo de comentar, sino, una vez más, a la lotería de los neumáticos.
El máximo responsable de la firma del Cavallino, Luca Cordero di Montezemolo arremetió el sábado tras la calificación contra los Pirelli, calificando el certamen como un “campeonato de neumáticos”. ¿Puede alguien explicar el funcionamiento de las gomas italianas tras 8 carreras? Pues, ciertamente no, y probablemente acabemos el calendario en la misma situación. Que este año hayan ganado siete pilotos en ocho carreas, y que esta situación no se hubiese producido antes en 61 años, no hace más que corroborar que es imposible pronosticar quien va a ganar en la siguiente carrera.

Scumacher. @ Ercole Colombo

Si unimos que todos los equipos y pilotos han cometido fallos garrafales hasta ahora, nos encontramos que el asturiano y el equipo italiano están al frente porque han sido los más regulares. Alonso es el único piloto de la parrilla que ha sumado puntos en todos los GP este año. De hecho, está a cuatro carreras de igualar el record de Michael Schumacher de carreras seguidas finalizadas en los puntos. Por cierto, hablando de marcas, Vettel ya atesora 33 poles, lo que le iguala con Jim Clarck y Alain Prost. Por delante solo se encuentran las dos cifras estratosféricas de Michael Schumacher (68) y del mago Ayrton Senna (65), pero esas cotas serán muy difíciles de igualar.
De la carrera de Valencia me quedo con tres imágenes. La primera el adelantamiento de Alonso a Grosjean tras la marcha del safety car. El asturiano vuelve a utilizar su astucia y se pega al francés justo antes de que se reanude la carrera, y en una frenada con demasiado riesgo, se juega el ser segundo o quedarse fuera, y le sale perfecto. Las otras dos son dos gestos de rabia. El primero el de Adrian Newey cuando se echa las manos a la cabeza después de que se pare el coche de Vettel. Las novedades de Red Bull en Valencia colocaron al alemán en seguida con una ventaja aplastante frente a sus rivales, recordándonos los dos años anteriores de dominio del equipo austriaco, y un simple alternador del motor Renault les estropeó todo el fin de semana en un segundo. La última, la impotencia de Hamilton después de que Pastor Maldonado volviese a cometer un error garrafal echándole de la carrera, y después de que sus mecánicos le hayan privado una vez más de pelear por el podio. Sin duda, la cruzada de Hamilton a partir de ahora será conseguir que la FIA vuelva a permitir carreras sin cambio de neumáticos, porque será la única forma de que los mecánicos de McLaren no le estropeen las carreras al no tener que pasar por el pit.
Pero bueno, aunque como amante de la F-1 no vibrase ayer en exceso, como español sí que  disfruté de esta victoria. Y es que la borrachera de triunfos en la que estamos inmersos me hace pensar que si en lugar de gustarnos en este país los balones de fútbol o baloncesto, las raquetas, las bicis, o los volantes, nos hubiese dado por estudiar macroeconomía, o invertir en I+D, ahora seríamos los “reyes del mambo”, y nuestro Mariano Rajoy se parecería más a Angela Merkel o Barack Obama.

lunes, 11 de junio de 2012

GP CANADÁ - La política y la F-1


Lewis Hamilton. @ Ercole Colombo

En la política, las cosas nunca son como uno las ve, ni si quiera como nos las hacen ver. Cada partido y cada político nos cuentan sus verdades, y cada uno nos creemos las que más nos gustan, o las que provienen de los que nos son afines. Realmente el mundo de la F-1 no dista demasiado del de los políticos. Ayer nos cansamos de ver como nuestro piloto asturiano defendía a capa y espada la estrategia de su equipo italiano tras la carrera. Lo vimos en el “corralito” en Antena 3, en las palabras que dio a la prensa escrita, e incluso en el twitter, y cito textualmente esta última: “Antes que nadie se haga un lio; ha sido inesperada la degradación al final, pero estrategia ganadora, sin duda, ganadora. Como la de Grosjean o Pérez”. Pero es que la carrera no la ganó ni el francés ni el mexicano, la ganó Hamilton.
Una de las grandes virtudes de Alonso, al menos desde que está en Ferrari, es la de hacer piña con los suyos. No hay nadie como él para poner el capote y librar de una cornada a su equipo, bien provenga esta de la prensa o de los aficionados. Y ayer volvió a ejercer de subalterno, y libró una vez más a la gente del cavallino de acudir a la enfermería.
Por un lado he de aplaudir la estrategia de Alonso y sus ingenieros de apostar por ganar la carrera. Siempre es de elogiar luchar por la victoria y no por ser segundo, aunque esto vaya en contra muchas veces de luchar por el campeonato. Por algo fui siempre de Senna y no de Prost. Pero igual que digo eso, también creo que la estrategia fue errónea al final. Los Pirelli siguen estando diseñados por la gente de “Loterías y Apuestas del Estado”, y parece que es imposible para todos los ingenieros saber cómo se van a comportar las gomas y cuantas vueltas van a dar a buen ritmo. También está claro que una vez que no se adelantó en el segundo cambio a Hamilton, de repetir la estrategia del inglés le sería imposible adelantarle. Pero es que Alonso terminó quinto, por detrás de un Vettel que entró a su segundo pit stop a falta de seis vueltas. En Red Bull plantearon la misma estrategia que en Ferrari, con el agravante de que ellos eran terceros y no segundos. Sin embargo, a falta de seis vueltas se dieron cuenta que había que entrar, y adelantaron al asturiano.

Sergio Pérez. @ Ercole Colombo

De lo poco que sabemos de los Pirelli, es que hay coche que miman mejor estas extrañas gomas que otros. Y también sabemos que los Sauber y los Lotus están los primeros en esa lista, y que de los dos equipos, Pérez y Grosjean son dos artistas del tema. ¿A caso nadie en el muro ni en el box se dio cuenta de este pequeño detalle? Igual que alabo la intención inicial de luchar por la victoria, tengo que criticar la falta de visión global con el resto de equipos que en ese momento no luchaban por el podio, y más tarde la falta de previsión de haberse defendido de Vettel. Es cierto que Grosjean entró a su pit stop tan solo un par de vueltas detrás de Alonso, pero Pérez no, lo hizo 20 vueltas después, y logró con ello la gran remontada del fin de semana al pasar de ser decimo quinto en parrilla a acabar tercero.
Lo mejor de todo para el asturiano es que en Canadá ha alcanzado las 19 carreras en los puntos, y eso nos indica que al final el Ferrari no es tan malo como hemos dicho. Por cierto, han tenido que disputarse siete carreras con siete vencedores diferentes para que por fin tengamos entre los tres primeros clasificados a los que considero que son los tres mejores pilotos de la F-1 actual, Hamilton, Alonso y Vettel, cada uno con sus virtudes, sin que aún podamos definir un orden claro entre ellos. La locura de campeonato que estamos viviendo no ha podido con la regularidad de los mejores, y aunque lo tendrán difícil, ellos deben luchar por el certamen. Y si es cuestión de apostar, yo de ustedes buscaría una web de esas de apuestas online y lanzaría un órdago a que aún vamos a tener más pilotos diferentes en lo más alto del podio antes de terminar el año. Raikkonen, Grosjean, Pérez e incluso Schumacher, son candidatos a unirse al club de los siete.