lunes, 28 de noviembre de 2011

GP BRASIL - Se acabó lo que se daba


 Mark Webber. ©L.M.Reyes.

Bueno, señoras y señores, la temporada se ha acabado. Desgraciadamente para unos, y afortunadamente para otros, no volveremos a ver fórmula 1 en directo en unos meses, y eso, si la crisis no ha acabado ya con las televisiones y sus derechos de F-1. El dominio de Red Bull ha sido mayor que el de la temporada anterior, y encima, salvo en esta carrera, siempre ha quedado por delante el mismo. Espero que tras la exhibición de este año se empiece a mirar con otros ojos al alemán. Sebastian Vettel ha demostrado este año que es un piloto top, y que, aunque lleva un “pata negra”, tiene todos los requisitos para no fallar y llevarlo el primero a la meta.
De la carrera de ayer me han gustado las declaraciones de Alonso analizando la temporada, y afirmando que este año han cometido muchos menos errores, tanto él como su equipo, que el año pasado en las arrancadas, en las estrategias, y en el ritmo de carrera. Escuchando esto, me surgen las ganas de ver la cara de los que me criticaban por afirmar que el asturiano había cometido muchos errores en el 2010. Efectivamente, Alonso ha mejorado con respecto al año pasado, y no es menos cierto que aunque su monoplaza no está para pelear con los Red Bull o los Mclaren en la mayoría de circuitos, tampoco es el “argadiello” que nos venden por la tele, porque sino, por mucha magia que uno tenga, es imposible alcanzar diez podios y una victoria.
Ahora tocan unos meses de especulaciones, fichajes y pruebas, pero yo estoy por apostar que vamos a tener un año muy similar a este. Como ya he dicho otras veces esta temporada, el próximo campeonato no va a tener grandes cambios en el aspecto técnico, a excepción de la prohibición de los escapes sopladores, así que, teniendo en cuenta que Mclaren y Red Bull parten con una buena base para mejorar, y que Ferrari debe partir de cero un año más, me da que vamos a tener más de lo mismo. Tan sólo se pueden esperar dos cambios. Por un lado, que Hamilton se centre, vaya a pasar el agua a Lourdes, se de una vuelta por Covadonga, y acabe con el gafe que ha tenido este año y plante cara a los Red Bull, y sobre todo a su compañero Button. El pupilo de Dennos está capacitado para gestas más importantes que pegarse con Massa en la pista. Y por otro, que en Ferrari den con la tecla buena y ofrezcan un buen monoplaza a sus pilotos, o al menos a Alonso, porque Massa no necesita más, y pueda luchar por el título.
Por el momento nos quedamos con el reciente fichaje de Pedro de la Rosa por HRT. Para mi es una pena, porque sus comentarios son lo mejor de las retransmisiones que hay por televisión en español. Aún así, me alegro por él. Y es que, aunque el equipo sea como es y tenga un presupuesto mínimo, siempre es mejor correr que ver las carreras por la tele.
Muchas gracias a todos por haberme aguantado durante toda la temporada. Primero desde La Voz de Asturias, y luego desde este blog que abrí en mayo a la vuelta de Montmeló. Espero no teneros abandonados este invierno, y escribir algo de vez en cuando, aunque durante la temporada sólo lo haya hecho cuando había carreras. Al menos, os adelanto que en breve os colgaré un anuncio de una aventura editorial en la que me encuentro inmerso y que, si no hay problemas, verá la luz en diciembre.
Un abrazo

lunes, 14 de noviembre de 2011

GP ABU DHABI - ¿Aficionados o ultras?

Seguidores de Ferrari y Alonso. ©L.M.Reyes.
Hoy debe ser un día grande para todos los que siguen la temporada de fórmula 1. Sus oraciones han sido escuchadas y por fin han tenido un podio sin ningún Red Bull. En un año en el que tanto aficionados como medios de comunicación llevan promulgando carrera tras carrera que la fórmula 1 de hoy en día es aburrida porque siempre están los Red Bull delante, más en concreto el de Sebastian Vettel, el haber tenido ayer dos McLaren y un Ferrari copando las tres primeras posiciones les debe haber llenado de satisfacción. Incluso diría que estarán contentos de haber visto entonces una carrera súper emocionante y distinta a las del resto de la temporada porque ya no estaban los chicos de Horner para aguarles la fiesta. Si de verdad piensan que esto es así, están muy equivocados y aún no han comprendido la esencia de este deporte.
¿A caso fue muy diferente la carrera de ayer al resto del año? Pues claro que no. Si uno se olvida del color de los monoplazas tenemos un piloto que se escapa (Hamilton) y otro que trata de cazarlo (Alonso) persiguiéndolo sin ser capaz de llegar a él. ¿No les suena la historia de nada? Pues es lo que llevamos un año viendo en casi todas las carreras del campeonato, pero con otros protagonistas.
Entonces, digo yo, ¿Cuál es el problema? ¿Se trata de que gane siempre el mismo o de que no hay cambios de líder en las carreras? ¿O a caso se trata de que no gana un piloto español? Más bien pienso que la gente dice que se aburre porque no gana su piloto. ¿Se aburría la gente cuando Induráin arrasaba en el Tour? Claro que no, recuerdo las terrazas y los bares llenos de gente viendo como el pamplonica aplastaba a sus rivales en las contrarreloj, y cuando les sacaba dos minutos, la gente en lugar de irse del bar, seguía pegada delante del televisor a ver si caía el tercer minuto.
Ya tenemos la explicación, al 99 por ciento de la población española no le gusta la fórmula 1, tan sólo son aficionados de un piloto, el nuestro, y cuando cuelgue el casco, seguiremos disfrutando de las carreras los mismos que las seguíamos antes de llegar Alonso. Quizás alguno más se apunte porque haya descubierto un deporte apasionante, pero no serán muchos.
Hay muchas razones para decir que la carrera de ayer fue guapa, pero entre ellas no está el decir que por fin no hubo un Red Bull en el podio. Los adelantamientos de Alonso a Webber y Button lo fueron, el ritmo infernal de Hamilton y la persecución del asturiano también, incluso el espectacular circuito de Yas Marina es algo digno de admirar, o la maestría de Vettel en su última vuelta en la calificación. Con esas cosas son con las que tenemos que quedar si queremos disfrutar de la fórmula 1, porque si no, cuando se nos retire Alonso, ¿qué vamos a hacer? Disfruten de este deporte independientemente de quien vaya delante o detrás. Tengan por supuesto su piloto favorito, pero si de verdad les gusta la fórmula 1, no sean nunca ultras.

lunes, 31 de octubre de 2011

GP INDIA - Cuestión de matemáticas


Mark Webber. ©L.M.Reyes.

Ya sólo restan dos grandes premios para que el gran circo cierre sus puertas por esta temporada, y tras la carrera de ayer en la India tengo una gran contradicción que machaca mi cabeza. Todo aquel que sigue de alguna forma este deporte lleva un año hablando de las excelencias del Red Bull, de lo maravilloso que es Adrian Newey, de lo mal que está Ferrari, de las proezas de Alonso por hacer podio con ese coche, o de lo fácil que lo tiene Vettel para terminar primero. Y digo yo, ¿por qué entonces no acaba segundo siempre Webber? ¿A caso es cascarilla?
Es de sobra conocido que llevar los análisis a un extremo no es bueno, y entiendo que eso es lo que está pasando este año. Si en el post de Singapur comentaba aquello de que “la noche les confunde”, refiriéndome a las desafortunadas declaraciones y reacciones de más de un piloto tras la carrera, parece que en realidad a los seguidores españoles de este gran deporte, lo que realmente les confunde son los colores rojo y azul de Ferrari y Red Bull.
Vamos por partes. Voy a lanzarles unas cuantas cuestiones con mi correspondiente análisis a continuación. Piensen cual sería su respuesta a cada pregunta, y al final, analicen si su idea de la temporada coincide con la que tenían antes de leer el post.
¿Es Webber un mal piloto? Entiendo que no. Siempre he dicho que no es un piloto top como Vettel, Hamilton o Alonso, incluso perdí una apuesta el año pasado con un amigo por colarse entre los tres primeros al final de temporada, pero de ahí a decir que es un torpe, hay mucha diferencia. De hecho llegó como favorito a la última carrera el año pasado, aunque eso no diga mucho a su favor, porque también Massa estuvo a punto de ganar un mundial en Brasil, y miren lo de ayer con Hamilton. Sigo diciendo que lo del brasileiro es para hacérselo mirar.
¿A caso en Red Bull le dan peor material que a Vettel? Indudablemente en la historia de la F-1 siempre ha habido un primer y un segundo piloto. En unos casos esto ha sido público y el propio patrón del equipo se ha encargado de promulgarlo, como en su día hizo el propio Briattore. En otros, el jefe se ha encargado de declarar justo todo lo contrario, como manifestó Horner el año pasado. Pero, eso no significa que a uno de los pilotos se le de un coche que no anda, o piezas defectuosas. Tan sólo que cuando hay una mejora, y sólo hay piezas para un monoplaza, esas deben ir para el piloto estrella, o que, cuando hay que hacer dos estrategias en carrera para minimizar daños para el equipo, el primer piloto siempre tendrá la que garantice más opciones de triunfo
Entonces, ¿por qué se encuentra cuarto en el mundial en vez de ser segundo? Esta claro que este año es el segundo piloto. Que Horner apueste por su compañero es más que lógico. Por un lado el alemán tiene 24 años, por los 35 del australiano. La apuesta de futuro no deja lugar a dudas. Además Vettel es un piloto que, en calidad, supera claramente a su rival de box. Sus poles lo demuestran.
Pero, si el coche supone un 60 o 70 por ciento de la victoria, o incluso como algunos comentaron a mi último post, un 80 por ciento, ¿por qué Webber no acaba tras Vettel con un coche tan superior? Porque ese 80% del que algunos hablaban es erróneo. La conducción del germano es la que hace grande al binomio Vettel-Red Bull. Le da un plus al conjunto que lo coloca en una órbita más lejana que lo que hace Webber. El australiano lleva este año nueve podios, los mismos que lleva Alonso con el Ferrari.
¿Quiere eso decir que el Ferrari no es tan malo? Sin duda es francamente inferior al Red Bull, pero si Alonso está por delante de Webber en la general, indica que no es tan horrible como se dice. Yo mismo he sido bastante crítico con los italianos porque van a remolque de los Red Bull e incluso de los McLaren, pero de ahí a decir esas cosas de que el coche no anda, hay mucha diferencia. El asturiano aporta también su plus como Vettel, pero si el alemán tiene el 60 o 70 por ciento del coche al máximo, en el caso de los de Maranello les falta un 10 o un 15 por ciento, y eso al final, sumado al gran estado de forma de Vettel, se traduce en los puntos que les separan en la general. Si el coche fuese tan malo, Alonso no estaría aún con opciones matemáticas al subcampeonato, porque del 30 o 40 por ciento  que depende del piloto, la diferencia entre Vettel y Alonso no llega nunca al cinco por ciento.
Y por último. Si Vettel, Hamilton y Alonso tuviesen el mismo coche, ¿quién sería el campeón? No sabría responder a esto, probablemente si eso ocurriera durante diez años se repartirían los títulos. Hamilton se llevaría alguno menos porque, aunque creo que es el más rápido, también es el menos frio, y eso se paga en este deporte. Pero esta pregunta que se hacen muchos, no debe formularse en este deporte, porque como expliqué en el último post, la fórmula 1 no es un deporte unipersonal, es un deporte en el que la ingeniería juega un papel crucial, y eso es lo que lo hace realmente grande.
Tan sólo espero que con este análisis tengan ahora un pensamiento diferente a cerca del dominio de Vettel este año.

lunes, 17 de octubre de 2011

GP COREA - Ingenieros y pilotos, un repaso a la historia


Adrian Newey. © L.M.Reyes.
 Han sido muchos los artículos que he leído a lo largo de la semana coincidiendo con el debate que os planteaba en el billete de Japón acerca de si Vettel era un grande o no. Lo cierto es que, al contrario de lo que yo opino, y de lo que sé que muchos de vosotros pensáis, en la mayoría de esos artículos no valoran tan bien a Vettel, y dan todo el mérito al Red Bull. Lo curioso es que los que coinciden en esa idea son españoles, y cuentan con una memoria frágil.

La fórmula 1 es un deporte en el que el coche pesa entre un 60 y un 70 por ciento en el porcentaje de éxito de un piloto. Eso es algo indiscutible y fuera de toda duda. Sin embargo, la gente se encuentra ahora obsesionada con Adrian Newey, y le otorga a él el único mérito de que Sebastian Vettel sea bicampeón del mundo. Efectivamente, Vettel debe a Newey parte de su éxito, pero no todo es culpa del inglés. Busquemos en la memoria y en las hemerotecas. ¿A caso el británico Colin Chapman, o los sudafricanos Gordon Murray, y Rory Byrne no han sido tan o más influyentes en la F-1 que Newey? Pues claro que sí, pero es mucho más fácil menospreciar a un piloto y dar los honores a un ingeniero, que reconocer que un imberbe alemán merece ser halagado como sus veteranos rivales.

Colin Chapman. © Raimund Kommer.
El gran número de invenciones aerodinámicas de Chapman en los Lotus de los 60 y 70 supera con creces todo lo que Newey haya podido hacer en Red Bull estos años, desde el introducir la carga positiva con un alerón trasero que subía un metro del coche para poder coger aire limpio que no pasaba por el monoplaza, hasta la carga negativa, o efecto suelo, que consiguió con las famosas faldillas que colocaba en los bordes del monoplaza para crear una depresión y conseguir que el monoplaza se pegase al asfalto. Con Chapman en Lotus, pilotos como Graham Hill, Emerson Fittipaldi o Jackie Stewart fueron campeones del mundo.

Gordon Murray. © Sutton Images.
 Si miramos las creaciones de Murray nos encontramos con el coche que más ha dominado en una temporada, el McLaren MP4/4 con el que Senna triunfó en 1998. Esa temporada, el brasileño y su compañero Alain Prost se llevaron 15 de las 16 carreras de la temporada. Tan sólo Gerhard Berger les arañó un triunfo en Italia. En el mismo número de carreras, este año Red Bull ya se ha dejado cuatro triunfos. Y qué decir del Ferrari de Byrne. De ese seguro que se acuerdan, es el que tantas victorias le dio a Michael Schumacher en la década pasada. 
Rory Byrne. © Carla Piccola.

Entonces, si seguimos la teoría de que Vettel no es aún nadie en la F-1 a pesar de ser bicampeón del mundo, ¿a caso tenemos que calificar igual a Hill, Fittipaldi, Senna, Prost o Schumacher? Pues no señores. Desgraciada o afortunadamente, la tecnología está totalmente ligada a la F-1, y las innovaciones tecnológicas son el caldo de cultivo de los campeones del mundo. Pero para que estos salgan y se consagren, también hace falta que el piloto sea un grande, porque sino, no se consiguen dos títulos del mundo. Hay que tener manos y hambre de victoria para llegar a lo más alto, y de momento a Vettel, no le falta ni lo uno ni lo otro.
 Que nadie se obsesione con Newey o con Vettel. La fórmula 1 lleva 61 años siendo así, y el día que cambie no será fórmula 1. Para los que amamos este deporte, tan admirable es la labor de los pilotos como la de los ingenieros. La suma de ambos es la esencia de las carreras. No cabe duda que en otros deportes los porcentajes son diferentes, pero también hay médicos, entrenadores o preparadores físicos que ayudan a ganar títulos. Los deportes puros de deportista no existen hace muchos años.

lunes, 10 de octubre de 2011

GP JAPÓN - ¿Es Vettel uno de los grandes?


Sebastian Vettel. © L.M.Reyes.

El libro de oro de la F-1 tiene desde ayer un nuevo miembro. No se entra en la élite del automovilismo por haber conseguido un título mundial, pero cuando reeditas este logro al año siguiente ya tienes muchas papeletas para entrar en la historia por la puerta grande. Son muchos los que opinan que con un monoplaza tan efectivo como el Red Bull de este año es difícil no ganar, pero Vettel ha demostrado que ha estado a la altura de los más grandes no cometiendo errores graves. Tan sólo el final de la carrera de Canadá puede merecer una reprimenda de Horner. Sus números están ahí para cerrar bocas, y para hacer más meritorios sus triunfos.
Lo primero en lo que nos debemos fijar es su edad. Ha destrozado todos los records que había hasta la fecha de triunfos en función a la juventud. Tan sólo le ha quedado el del debutante más joven, que curiosamente sigue en manos de Alguersuari dos años después. El último en fijar su nombre ha sido el que tenía Alonso de bicampeón mundial.
Pero además, tiene muy cerca dos marcas estratosféricas, las de poles y victorias en una temporada. La primera la atesora Nigel Mansell con el mítico Williams FW 14 B con motor Renault en 1992. El inglés consiguió ese año 14 poles, eso sí, de un total de 16 carreras. Porque Vettel lleva ya 12 de 15 disputadas, pero a falta de las cuatro que restan para terminar el mundial. Para los que conocieron la F-1 con Alonso, decirles que eso si que era un monoplaza que dominaba aplastantemente a sus rivales. Debutó un año antes y tan sólo la magia de Senna fue capaz de parar sus triunfos y arrebatarles el campeonato con el vetusto McLaren Mp4/6. Por cierto, saben quién fue el diseñador del todopoderoso Williams, pues el mismo que ha diseñado el Red Bull de Vettel, Adrian Newey.
La segunda marca a batir en lo que queda de año es la de triunfos en una temporada. El registro es de Michael Schumacher en 2004, y el monoplaza el Ferrari F2004 diseñado por el sudafricano Rory Byrne, el mismo que ha sonado en los mentideros de la F-1 en los últimos meses para volver a Maranello a poner orden en las ideas de sus ingenieros. El Kaiser se llevó esa temporada 13 victorias de las 18 posibles. Vettel lleva nueve, con lo que sumando las cuatro restantes empatará a Schumacher, aunque con peor promedio.

Jenson Button. © L.M.Reyes.

Y si analizando todos estos números, aún no creen que Vettel debe estar entre los grandes de este deporte, podemos analizar lo que ha ocurrido estas dos temporadas. La pregunta es clara. ¿A caso el RB7 que Red Bull utiliza este año es muy superior al Rb6 del año pasado? Pues contrariamente a lo que se pueda pensar, creo que no. Pero analicemos los resultados de los dos monoplazas de Newey. El año pasado, a falta de cuatro carreras, la gente de Horner llevaba seis carreras ganadas, cuatro de Webber y dos de Vettel. En McLaren llevaban las mismas que este año, cinco. Aunque Hamilton y Button se hayan repartido los triunfos inversamente, este año tres para Button y dos para Hamilton. Button es otro de los valores en alza esta temporada. Contrariamente a lo que yo habría apostado, ha superado a su compañero rodando mejor que el año que ganó el mundial con Brawn, mientras que Hamilton se ha visto muy descentrado con todas las polémicas en las que ha estado metido, rindiendo menos de lo que se puede esperar de él.
Entonces, ¿por qué nos parece el dominio de Vettel y su RB7 tan abrumador? Porque mientras que el año pasado Alonso llevaba cuatro triunfos, esta temporada tres de esas victorias han ido a parar al germano, y además, las cuatro de Webber también. La conclusión es clara. Por un lado Horner se ha dejado de tonterías y ha apostado por su mejor piloto, evitando que ambos peleen en la pista tras las calificaciones. Por otro, que en Ferrari están mucho peor que el año pasado. Massa sigue sin sumar nada, y Alonso, a pesar de haber pilotado con menos errores que el año pasado, no ha podido llevarse más que un triunfo. La arenga de Montezemolo a su equipo en Abu Dhabi el año pasado tras el ridículo en la estrategia de la última carrera no ha servido para mucho. Su falta de competitividad ha ayudado a que el reinado de Vettel sea más esplendoroso de lo que debiera. No le quito méritos ni mucho menos a Vettel, pero si peleas contra un equipo en lugar de contra dos, es un poco más fácil. Aún así, debemos rendir pleitesía al nuevo bicampeón. ¡Larga vida al rey germano!

lunes, 26 de septiembre de 2011

GP SINGAPUR - La noche les confunde


Jaime Alguersuari. © L.M.Reyes.

He comentado varias veces la similitudes que encuentro entre el equipo Ferrari y el Real Madrid de Mourinho. Lo que pasó ayer tras la carrera de Singapur hace que me corrobore en esta teoría. Por un momento pensé que era cosa de que había luna llena. Comprobé la fase lunar en la que nos encontramos, y vi que no era tema de astros. Luego pensé en que alguien en Ferrari está ejerciendo de entrenador portugués. Podría ser el capo Montezemolo, Domenicali, el jefe de prensa Colagianni, o los mismísimos Alonso o Massa. Pero no, luego lo vi claro, era la noche de Singapur, la noche les confunde.
Me ha parecido muy patético todo lo que hemos podido ver tras la excelente carrera de Vettel de ayer. Por cierto, el chico del dedo índice debe conseguir un punto en las cinco carreras que restan para ser campeón. Me parece que Ecclestone debe estar tirándose de los pelos. No me extrañaría verlo en Japón o en Corea tratando de sabotear el Red Bull para que las audiencias no caigan en picado tras el título del alemán. Pero volvamos al tema spaguetti.
El primero en abrir la caja de los truenos ayer fue Alonso en las declaraciones en el corralito tras la carrera. El asturiano lanzó un dardo envenenado a Alguersuari por no haberle facilitado el adelantamiento cuando iba a doblarlo, y cuando a la vez se peleaba con Webber por buscar el tercer cajón del podio, porque el primero y el segundo ya estaban sentenciados. Es cierto que el catalán no estuvo excesivamente hábil, pero pensar que era una maniobra orquestada con su equipo matriz para perjudicar al asturiano me parece un poco retorcido.
Por si fuera poco, en Ferrari a alguien se le ocurrió la brillante idea de echar leña al fuego incendiando la red con tweets alagando al pinchadiscos. Y para rematar, mientras que Hamilton era entrevistado por una televisión, llega Massa por detrás, le da un par de empujones, y le dice que “buen trabajo” con un tono bastante desafiante por el incidente de ambos en la pista. Parece que al brasileño le dura aún el escozor del 2008 cuando el inglés le birló el campeonato en su tierra en la última vuelta. La verdad es que eso debe doler mucho, pero entiendo que no tanto como para que dure tres años después. Si yo fuera Hamilton tendría miedo llegar a casa y encontrarme una cabeza de caballo en mi cama, al más puro estilo Corleone. Lo único que nos falta es saber quien ejerce de Marlon Brando en la escuadra italiana.
Lo de Massa y lo de Ferrrari lo puedo hasta entender, porque la falta de clase es innata en ambos. Lo que me parece más difícil es entender lo de Alonso. Aunque falten cinco carreras y ya no tenga opciones matemáticas, mientras que el año pasado llegó a la última carrera con posibilidades, pienso que este ejercicio ha sido mucho mejor que el anterior. Ha cometido menos errores y nos ha regalado momentos muy buenos de pilotaje. Lo que ocurre es que su equipo no ha estado a la altura de Red Bull. Por eso, enfrascarse en una pelea dialéctica con tu único compatriota en el gran circo en lugar de hablar un poco de la desastrosa actuación de tu equipo me parece un poco absurdo. ¿Por qué nadie en su equipo habló ayer del nefasto set up que utilizaron que destrozó los superblandos, o por qué tenían problemas con los consumos? Porque eso es mucho más embarazoso y vende mucho menos. Ferrari debe recuperar el norte y centrarse en proporcionar un coche ganador a Alonso, y él debe olvidarse de cosas superfluas como sus declaraciones contra Alguersuari. Su temporada no ha sido mala, tan solo se han encontrado enfrente al binomio Vettel-Newey, y eso le pasa factura hasta a Webber. Ahora solo queda saber cuando consigue el alemán el punto que le falta para ser el bicampeón más joven de la historia. En frente, tan sólo un rejuvenecido Button sigue con opciones matemáticas. El inglés sigue asombrando con la mejora de pilotaje que hace carrera a carrera. Quizás el secreto sea Michibata.

lunes, 12 de septiembre de 2011

GP ITALIA - Todo el pescado vendido


Sebastian Vettel. © L.M.Reyes.

Llevamos trece carreras, faltan sólo seis, y resulta que Vettel supera en 112 puntos Alonso, en 117 a Button y Webber, en 126 a Hamilton, y nada menos que en 202 a Massa. Y, ¿ahora qué?, se preguntaran los aficionados a la F-1. Pues nada, a seguir disfrutando del poderío de los Red Bull. De nada ha servido que en Ferrari hayan desarrollado al fin el tema de las salidas. Que la gente no se engañe recordando los tiempos de Renault. Ni Alonso fue un torpe el primer año y medio de Ferrari en las arrancadas, ni ahora es el Dios de las mismas. Es cierto que luego hay que poner los arrestos para seguir con el pie abajo cuando estás en paralelo con otros dos coches como ayer, pero la salida en un gran premio es probablemente uno de los momentos más técnicos de la carrera en el que se deben juntar un montón de premisas para que todo salga bien, y la mayoría, no dependen del piloto.
De nada ha servido tampoco que el chico del dedo índice tenga en frente a un piloto de la talla de Hamilton. El de Woking se topó ayer con Schumacher y perdió todas las opciones de podio. De no haber sido así tampoco creo que hubiera podido pelear con Vettel, pero sí que hubiéramos visto una buena lucha por el segundo puesto. Su caza al Mercedes del Kaiser fue probablemente lo más guapo de la carrera italiana. Por cierto, es curioso que justo cuando por fin vemos algo divertido en las carreras muchos traten de defender la absurda normativa de un solo cambio de dirección. Señores, los momentos más épicos de este deporte, los más recordados por los aficionados en los 61 años de historia de la F-1, son justo aquellos en los que un piloto se defendió ‘con el cuchillo entre los dientes’, y su contrincante logró o no pasarlo de forma inverosímil. Repito que para mí el poder hacer un solo cambio de dirección para defenderte de un adelantamiento es absurdo porque esto se creó para fomentar los adelantamientos. El error viene de creer que una carrera es emocionante o guapa si tengo decenas de adelantamientos. Pues, no señor. Vale más uno de calidad como el de Vettel a Alonso ayer pisando la hierba, o el de Schumacher a Hamilton por el exterior, curiosamente en la misma curva de Biassono, que una carrera con 80 adelantamientos de DRS y Kers.

Adrian Newey. © L.M.Reyes.

Tampoco ha servido de nada que Button esté haciendo sus mejores carreras desde que llegó al gran circo, con unos ritmos de carreras espectaculares. Probablemente ni aunque resucitásemos al más grande conseguiríamos quitar de la primera plaza a Vettel. Su máquina es endiabladamente perfecta, y Adrian Newey su creador, lo sabe. Llevo diciendo desde principios de temporada que sus rivales tenían dos opciones, dedicarse a la cría del champiñón o centrarse en un nuevo monoplaza. El gran Flavio lo dijo en la primera carrera y se le tachó de loco. Pues bien, mi temor ahora no es por lo que todos han asumido ya para esta temporada, sino por la próxima. Resulta que el año que viene no nos vamos a encontrar con grandes cambios en la normativa. Teóricamente desaparecerán los difusores soplados, pero a priori, eso no debe suponer un cambio brutal en la configuración de los monoplazas. Entonces, el problema es que Red Bull volverá a partir, un año más, con un monoplaza bueno que hay que evolucionar un poco, y Ferrari tendrá que volver a partir con uno totalmente nuevo. En McLaren apuntan que esta vez no enviarán su coche al desguace al terminar el año, y eso les puede dar un plus para acercarse a los chicos de la bebida energética, pero aún está por demostrar que eso pueda ser suficiente. En Ferrari han prometido un diseño innovador y arriesgado, y eso lo mismo puede salir bien, que puede salir un desastre. Es algo así como jugar a la ruleta. Sobre todo, cuando no tienes ingenieros que sepan con certeza donde se va a parar la bola. De esta forma, si utilizamos la cabeza y calculamos las probabilidades, nos queda otro año de dominio de Red Bull. Evolucionar un monoplaza es muy complicado. Más si se hace sin entrenamientos privados. La única esperanza para las dos escuderías grandes es que estos vuelvan a celebrarse los lunes tras las carreras, posibilidad que ya se ha comentado, siguiendo así lo que se hace en el mundial de motociclismo. De todas formas, si les sirve de consuelo, bastante peor fue lo de Schumacher y Ferrari del 2000 al 2004, pero ahora eso ya nos queda muy lejos.

lunes, 29 de agosto de 2011

GP BÉLGICA - Un gran circuito para grandes pilotos


Michael Schumacher. © L.M.Reyes.
Qué grande es Spa. Y no me refiero a sus siete kilómetros, sino a su mágico trazado. Aquí los adelantamientos se hacen sin necesidad de Kers o DRS. No hay que esperar a que pasen tres vueltas y estas ayudas te permitan quitar la pegatinas del coche que te sucede. Desde la arrancada se viven emociones de las de antes, y la aspiración tras ‘Eau Rouge’ es brutal. Pero como un día dijo Gary Lineker, “El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón, y al final siempre gana Alemania". Cambien fútbol por F-1, y a Vettel por Alemania, y tendrán lo que está pasando esta temporada. Al chico del dedo índice levantado ya le quedan pocas carreras para ser bicampeón del mundo. Probablemente dentro de tres o cuatro grandes premios, en Japón o Corea, cumplirá su sueño. Aún así, y a pesar de las declaraciones post carrera en las que califican al equipo de la bebida energética como estratosférico por sus poles, decir que están consiguiendo la tercera mejor marca de la historia con 13 pole position seguidas desde Abu Dhabi del año pasado, pero que McLaren consiguió 17 entre los grandes premios de Alemania del 88 y el 89 con Senna y Prost, y que Williams encadenó nada menos que 24 entre Francia del 92 y Japón del 93 con Prost, Mansell y Patrese. Eso sí que fue un dominio aplastante.
Pero hay muchas cosas a destacar de la carrera de Spa a parte de la victoria del alemán de Red Bull. Así que vamos por partes. Para empezar me quedo con la remontada del Kaiser. A pesar de sus años, y de haber cumplido este fin de semana 20 años en la F-1, Schumacher ha sido capaz de mejorar uno de sus records personales, el de puestos remontados en una carrera, ya que salió último en el puesto 24 y terminó quinto. Es curioso que su mejor actuación de estos dos años llegue justo en el circuito más de piloto que existe en el mundial. Algo tendrán que anotar en la libreta de los deberes los de Mercedes. Además, el germano atesora seis triunfos en la pista belga, justo uno más que Senna. Por algo será.
Vamos con el de casa. Incomprensibles entrenamientos, mala calificación, buena arrancada, mala estrategia, buen ritmo de carrera, y al final cuarto. A pesar de llevar siguiendo la F-1 más de 20 años, alguien me tendrá que explicar por qué en Ferrari decidieron no tomar tiempos en los libres del sábado. La explicación de que lo hicieron porque llovía, y se esperaba una carrera en seco, me parece peregrina. Para empezar, en Spa los mejores meteorólogos fallan, y además, si llevamos tres años quejándonos de que no se puede entrenar porque no hay test, ¿a caso no podían servir las pruebas en mojado para alguna de las carreras que restan? Seguro que hay una explicación razonable que se han preferido guardar, pero no alcanzo a aventurarla. Y de la estrategia mejor no comentar nada. Junto con Webber fue el único que no aprovechó el safety del accidente de Hamilton para cambiar ruedas. Lo del australiano fue por un problema en la radio porque, como se vio en las imágenes, sus mecánicos si le esperaban, pero en Ferrari, algún listo en la escuadra italiana consideró que era mejor seguir con usados, ellos sabrán.
En cuanto al gafe de Alonso en Spa, decir que continúa. El asturiano ha ganado en 17 grandes premios diferentes desde que debutó en Australia en 2001. Sin embargo, de los que se corren en la actualidad aún le faltan Abu Dhabi, Brasil, Turquía y naturalmente Spa, donde sí que triunfo en la 3.000, su única victoria ese año.
Por cierto, el accidente de Hamilton es para poner los pelos de punta. No cabe duda que el que más arriesga, más probabilidades tiene de perder. Hamilton es con diferencia el piloto de la parrilla que más arriesga en su conducción. Sin embargo, creo que en esta ocasión ha sido más problema de que Kamui Kobayashi no aceptase su condición de adelantado, que no una pasada de vueltas del inglés. Para analizar el accidente repasen como se traza en ‘Les combes’ viendo las vueltas anteriores. Los pilotos deben abrirse para trazar por donde Kamui trata de desquitarse del adelantamiento que le acaba de hacer Hamilton tras ‘Eau Rouge’. El problema es que el de McLaren ya había superado claramente al japonés. ¿Quién debía levantar? Realmente el que tenía peor la situación era Kobayashi, pero en este caso tampoco se le puede poner una cruz, es un lance más de las carreras.

Bruno Senna. © L.M.Reyes.
Y para desgracia la de Alguersuari. Para una vez que consigue ser sexto en la pole, viene Senna y se lo cepilla en la primera frenada. El sobrino de ‘Magic’ ha demostrado en Spa que, aunque no tiene nada que ver con su malogrado tío en la pista, si que tiene cualidades para seguir peleando en la F-1, y es que un Hispania no es como un Renault. Y si no, que se lo digan a Alonso cuando rodó en Minardi. De todas formas, Bruno debe aprender cosas como salir en la parrilla en el grupo de arriba, y no en la última fila como cuando estaba en Hispania.

Neumático Pirelli 2011. © L.M.Reyes.
Para terminar, no puedo olvidarme de la nueva pifia de Pirelli con sus gomas, y de la película que se montó antes de la carrera. Una vez más, la casa italiana ha demostrado que son los más torpes fabricando neumáticos para la F-1. El ‘blistering’ de Spa seguro que no ayudará a vender más neumáticos en la calle. A pesar de que en Ferrari trataron de culpar a Red Bull y a McLaren por su ‘set up’ contrario a las recomendaciones de Pirelli, lo cierto es que ellos también sufrieron la degradación en sus carnes en carrera. Esperemos que la FIA recapacite algún día, y meta un segundo fabricante, seguro que en Italia se esforzarían más con las gomas.

lunes, 1 de agosto de 2011

GP HUNGRÍA - A río revuelto, ganancia de pescadores



Button y Michibata. © L.M.Reyes.

No siempre en la fórmula 1 gana el más rápido. Ni si quiera el que tiene el mejor coche. A veces, en este mundo de locos, el que se lleva la corona de laurel es el que mejor lee la carrera, y ese ayer, fue Jenson Button. Probablemente la de Hungría ha sido una de las mejores citas de la temporada, y es que, las condiciones meteorológicas cambiantes, ayudaron mucho. El inglés demostró ser uno de los más avispados de la parrilla apostando por una estrategia más conservadora que sus rivales, y que ante una carrera loca, demostró ser más eficiente que las estrategias a cuatro paradas. Me alegro por el inglés, y sobre todo porque tenemos Button para rato, y por lo tanto, también tenemos Jessica Michibata para rato, y es que su novia japonesa es ya un clásico en los paddock de Ecclestone.
La F-1 se quedó de vacaciones oficialmente tras Hungaroring. Ahora tenemos casi cuatro semanas para elucubrar a cerca de que va a ocurrir en las ocho carreras restantes, y de analizar qué es lo que ha ocurrido hasta ahora. Pues lo que tenemos es un binomio coche-piloto que ha arrasado y humillado a sus rivales en lo que va de temporada. Vettel y su Red Bull atesoran seis victorias, cuatro segundos puestos y un cuarto. Vamos, el chaval del dedo índice apuntando al cielo saca 85 puntos a su compañero que es segundo, y 100 al quinto clasificado que es Button, con Hamilton y Alonso por el medio.
Aunque la prensa se empeñe en gritar a los cuatro vientos que la estrella de Vettel se ha acabado, yo sigo viéndola brillar en lo más alto. Y si no lo ven ustedes, piensen detenidamente un poco. Si estuvieran en su pellejo, una vez que han llegado a poner al segundo clasificado a más de 100 puntos, que harían, seguirían arriesgando cada gran premio o administrarían cómodamente su ventaja. Pues esto último es lo que está haciendo el germano. Es cierto que aún hay 200 puntos en juego, cifra a la que sólo él ha llegado tras once carreras disputadas, pero el germano tiene una baza más a su favor, no se pelea con un piloto, se pela con cuatro que se van repartiendo los puntos carrera tras carrera. Vamos, que entre los cuatro le están poniendo una alfombra roja hacia su segundo mundial.
Cuando ayer vimos que Vettel escogía la táctica de las tres paradas muchos pensaron que tiraba sus opciones al triunfo. Lo que realmente hacía era minimizar daños y asegurarse estar lo más cercano al podio en una carrera con condiciones de asfalto muy cambiantes. Nadie podía saber si iba a llover más o no, que se lo digan a Hamilton, que protagonizó la ‘cagada del día’ tras elegir intermedios cuando era líder. Pero Vettel se guardaba con esa elección un as en la manga por si realmente llovía, y debía hacer su cuarta parada obligado.

Heidfeld en llamas. © Bernadett Szabo / REUTERS.

Por cierto, hablando de ‘cagadas’, la de Charlie Whiting con el incidente de Heidfeld fue de campeonato. O sea, resulta que desde hace unos años se saca el safety car o se para un carrera por cualquier motivo por peregrino que este sea, y sin embargo, tenemos un coche quemando junto al carril de incorporación, y a Charlie Whiting sólo se le ocurre remolcarlo con uno de sus Mercedes hacia el pit lane. Me hubiera gustado ver la cara de susto de Vettel cuando se encontró la ‘caravana’ tras su pit stop. Espero que Renault explique qué fue lo que explotó cuando los comisarios estaban apagando la ‘barbacoa’ de Heidfeld, me imagino que no eran unos criollos ni unos pinchos morunos lo que salió volando. Casi seguro habrá sido algo relacionado con las baterías del kers, pero teniendo en cuenta que es la segunda vez que el alemán se pone a asar costillas esta temporada en mitad de la carrera, recuerden Barcelona, habrá que pensar en solucionar la temperatura que cogen los pontones por los escapes sopladores delanteros cuando el coche se para más de la cuenta en el pit stop.
Bueno, ahora Spa espera al líder, y a los aspirantes al segundo puesto con menos tartas que las que hubo en Budapest. A los 30 años del asturiano se unieron los 200 GP del vencedor, y los 100 GP de Toro Rosso. En Bélgica las cosas pueden ser muy diferentes, un circuito como Spa no perdona como Hungaroring, allí si te sales te vas a pie o en moto para el box, no vuelves a pista.

lunes, 25 de julio de 2011

GP ALEMANIA - Remar para morir en la orilla


Hamilton. © L.M.Reyes.

Diez carreras han necesitado los McLaren y los Ferrari para conseguir que Vettel se bajase del podio. Han sido diez carreras de lucha continua contra el ingenio de Adrian Newey, y contra el talento del chico del dedo índice. Ahora la pregunta es clara, ¿han llegado a tiempo la gente de Whitmarsh y Domenicalli? Pues, va a ser que no.
Ya sé que es más fácil esperar a que llegue el final de la temporada y ver lo que finalmente pasa en la lucha por el título, pero como me gustan las apuestas y el juego, mi pronóstico sigue siendo el mismo que las últimas semanas, el mundial es de Vettel.
Desde que a Ecclestone y a los chicos de la FIA se les ocurrió prohibir los entrenamientos, los mundiales son para los que hacen los deberes en el invierno. Es cierto que McLaren y Ferrari cuentan ahora con un coche capaz de luchar por un mundial. De hecho, si uno mira la clasificación y se olvida del que va primero, nos encontramos con un campeonato al rojo vivo con Webber, Hamilton y Alonso en nueve puntos, y con Button a una carrera. Al propio Ecclestone se le pondrían los ojos con el símbolo del dólar como al tío Gilito sólo de pensarlo. Los ratios de audiencias serían de récord. Pero no, lo cierto es que hay un chaval alemán que saca más de tres carreras al resto.
Poco importa que este fin de semana Vettel no haya estado nada fino. Quizás la presión de correr en su casa, y el hecho de demostrar que es existe la fórmula 1 en Alemania después de Schumacher hayan sido su talón de Aquiles en Nurburgring. Si se hubiese hecho una encuesta entre los germanos que llenaban las gradas del circuito sobre quién es su piloto, el Kaiser seguiría ganando por goleada a pesar de que Rosberg le siga metiendo el agua en casa.
El Red Bull de Newey sigue siendo tan bueno como el que debutó en Australia. El problema es que sus rivales ya no son tan malos como los que corrieron en las antípodas. Pero al igual que ocurrió en 2009 con los Brawn, la respuesta ha llegado tarde. Ya hemos pasado el ecuador del certamen y sólo quedan nueve carreras. Y digo sólo, porque aunque eso es un mundo, Vettel les lleva más tres de ventaja al resto, así que, salvo debacle, la lucha será por completar el podio.
Desde que tengo uso de razón y sigo la fórmula 1, a veces creo que lo segundo sucedió antes que lo primero, no he visto una temporada en la que el campeón no haga uno o dos borrones en el calendario. Vettel lleva dos. El más grave en Canadá, cuando regaló la victoria a Button. El trompo en Nurburgring es menos sangrante, pero le dejó fuera del podio. Es más que probable que haya llenado su cupo por este año. De no ser así, su ventaja en el mundial le permite volver a repetir otra torpeza, pero tampoco debe confiarse demasiado. En McLaren y en Ferrari tocan a zafarrancho desde hace tres carreras, y se van a tirar a la yugular a Vettel en la primera oportunidad que tengan.
Webber. © L.M.Reyes.
El hecho de que Hungaroring se corra en una semana hace muy inciertos los pronósticos. Hamilton y Alonso demostraron una vez más en Nurburgring que son los mejores pilotos del campeonato junto a Vettel. Quizás hasta ambos se encuentren medio paso por delante, aunque cada uno tenga sus puntos fuertes y débiles. En la fórmula 1 el coche pesa una 60 o 70 por ciento, y a veces no permite al mejor ganar, pero lo que si le permite es superar, e incluso hasta humillar a su compañero de equipo. Y si no lo tienen claro, miren en los tres equipos grandes como están situados los segundos pilotos. Por cierto, tras esta semana ya tenemos confirmada la continuidad de dos de ellos, Massa y Webber. Entiendo más lo del australiano, pero lo del brasileño me lo tendrá que explicar alguien. Año tras año demuestra en varias carreras que es indigno de sentarse en un F1, sin embargo, realiza tres o cuatro carreras aceptables, y a Montezemolo se le enternece el corazón, o se le ablanda el cerebro y lo renueva. Puesto que no aporta gran cosa al equipo, lleva menos de la mitad de puntos de Alonso, sería mejor buscar un piloto joven y prometedor que se fuese fogueando en un equipo grande. Aunque al asturiano aún le queda contrato para rato tras la renovación anunciada en Barcelona, ya tiene 30 años, y los años no pasan en balde para nadie.

lunes, 11 de julio de 2011

GP GRAN BRETAÑA - Un embarazo no deseado


Alonso. © L.M.Reyes.

Nueve meses han pasado desde que Alonso y su Ferrari no se subían a lo más alto del podio en un gran premio. La victoria de ayer en Silverstone, uno de los templos de este deporte hasta que fue renovado por completo este año con un gusto un tanto extraño, ha sido como un parto difícil para la Scuderia. Sin duda, nadie en el equipo italiano habría pensado tras la carrera de Corea en octubre que se iban a pasar nueves meses en el dique seco, pero así ha sido, como un embarazo no deseado.
Y ustedes se preguntarán, ¿ahora que ha habido parto se acabaron las penas? Pues pienso que no. Es cierto que los ingenieros greco-latinos de Ferrari han puesto toda la carne en el asador. Han colocado a un lado el motor y el chasis, y se han centrado en lo siempre han denostado, la aerodinámica, pero la distancia creo que sigue existiendo. Es como si hubiesen quitado del menú la pasta y los helados, y hubiesen puesto a la carne como estrella de la comida, pero de momento sólo tienen ossobuco, mientras que en Red Bull te ofrecen carne de buey de Kobe.
Ferrari está haciendo los deberes, pero también ha tenido unos cuantos factores este fin de semana a su favor. No es que le hayan regalado el triunfo, ni mucho menos, pero esta vez les salió todo bien y a los hombres de Horner, todo mal. Sin duda, la suerte se gana en la pista, en el pit lane, en el box, en el paddock, y en los talleres y el túnel de viento, pero hay que reconocer que Ferrari la tuvo en Silverstone.

Vettel en el pit lane. © L.M.Reyes.

El error garrafal en el pit stop de Vettel supuso casi el triunfo de Alonso. El alemán se dejó ocho segundos, pero además salió por detrás de Hamilton, este con un ritmo más lento que el asturiano. Si a eso sumas todo el pitorreo que se ha traído la FIA con el soplado de los difusores, podemos encontrarnos una carrera muy diferente dentro de quince días en Alemania. Hay más factores a tener en cuenta. La lluvia fue crucial en esta carrera. Por un lado la cambiante climatología del fin de semana hizo muy complicado conseguir un set up óptimo para la carrera, y en eso si que ganó Ferrari, y sino, no hay más que fijarse en el último sting de Alonso con un ritmo endiablado. Pero también no es menos cierto que al haber tenido que utilizar los intermedios por el agua, Ferrari se pudo olvidar de montar los duros que tantos trastornos le han ocasionado este año por su falta de carga aerodinámica.
Y entonces, ¿qué es lo que va a pasar a partir de ahora? Pues obviamente no lo sé, si lo supiese estaría buscando en qué gastarme el euromillones que se juega el martes, pero no es así. Es muy difícil saber hasta dónde se ha acortado la diferencia entre Ferrari y Red Bull. Sí sabemos que es menor que hace cinco carreras, y que en los de la bebida energética tienen bien claro que van a utilizar las órdenes de equipo si en algún momento peligra un solo punto de Vettel, aunque no tenga muy claro que Webber quiera anteponer su renovación a la opción de poder subirse de nuevo a lo más alto del podio. También podemos afirmar casi sin reparos que el alemán será el bicampeón del mundo más joven de la historia, quitándole al asturiano el último récord que le queda. Pero, saber si vamos a volver a ver un Ferrari ganando una carrera este año es más complicado. Yo apostaría a que alguna caerá, porque aún restan diez, lo mismo que para el lado de McLaren, pero, de ahí, a que empiecen a dominar a los Red Bull, hay un trecho muy grande.
Para empezar, la prohibición de los difusores soplados ha quedado anulada para Alemania, y aunque todos se empeñen en decir que no afecta nada, e incluso el propio Alonso afirmó que desde el año pasado usan este invento, lo cierto es que algo debe influir cuando todos los equipos han preferido volver al sistema, y cuando la propia FIA iba a dar una prebenda a los motores Renault.
Si realmente quieren jugar a brujos y apostar con sus amigos algo en lo que resta de campeonato, háganlo en ver cuándo será campeón Vettel. Quedan diez carreras, pero para Vettel ya son sólo siete, puesto que saca 80 puntos a su compañero, 92 a Alonso y 95 a la parejita inglesa. Como siga haciendo segundos puestos cuando ganen sus rivales, nos vamos a aburrir mucho a final de temporada.

lunes, 27 de junio de 2011

GP EUROPA - Se acabaron las oportunidades


Webber y Alonso. © L.M.Reyes.
Hace poco más de un mes abandonaba Montmeló con una sensación extraña en el cuerpo. Habían terminado las cinco primeras carreras del año, y el dominio de Vettel y su Red Bull había sido realmente insultante. Ferrari había sido ninguneada, muchos pensábamos que los de Maranello debían centrarse en pensar en un coche nuevo realmente innovador para el 2010, y no ir un año más a remolque de los diseños que hagan en otros equipos. Sin embargo, desde el equipo “rosso” se insistía que en aún había vida en 2011. Las declaraciones de Alonso hacían que tanto los miembros de su equipo como sus fans albergaran esperanzas para este año.
Era cierto, por otra parte, que los cinco grandes premios disputados hasta la cita catalana eran trazados con curvas de gran velocidad idóneas para los equipos con gran carga aerodínámica como el Red Bull o el McLaren, y nefastos para los que no hicieron bien los deberes este invierno como el F150 Italia de Ferrari. Tras Montmeló, llegaban tres carreras atípicas en el campeonato (Mónaco, Canada y Valencia), tres urbanos en los que la aerodinámica no era tan clave por no tener curvas de gran velocidad.
Tras haberse disputado estas tres citas parece que los pesimistas que no creíamos en la resurrección del Ferrari teníamos razón. Alonso ha conseguido dos segundos puestos y un abandono en las tres carreras, pero Vettel se ha llevado dos victorias y un segundo puesto. Tan sólo Button logró romper la hegemonía del germano tras un error de este. ¿Y ahora qué?, se preguntaran los aficionados españoles. Pues ahora toca sufrir de nuevo.
Es curioso que las declaraciones esperanzadoras del asturiano cambiaran justo en los prolegómenos del Gran Premio de Europa en Valencia. Hasta la calificación de Valencia no se le había oído al bicampeón una palabra negativa contra su Ferrari. Y sin embargo, justo cuando ese ciclo favorable a su coche se termina, es cuando se escuchan los primeros síntomas de derrota en la escudería italiana reconociendo algo que para mí, era claro desde las primeras carreras, que Ferrari un año más no está a la altura de sus competidores.
Ni siquiera los cambios introducidos por los chicos de Jean Todt en esta carrera han podido poner fin al dominio de la bebida energética. El “pequeñín” Bernie está viendo carrera a carrera que va a tener un final de temporada muy duro para sus bolsillos y los de CVC. De seguir así vamos a llegar a falta de cinco o seis carreras con el título decidido, y eso es muy malo para la economía de la F-1. Las audiencias en televisión caerán, y los circuitos no se llenarán. Por esa razón, la FIA prohibió desde este fin de semana la utilización de dos mapas de motor diferentes para la carrera y para la pole, y prohibirá desde la siguiente en Silverstone el soplado del difusor. Por el momento, la primera medida parece no haber tenido éxito, la pole y la carrera fueron para el de siempre.
Por cierto, hablando de asistencia a los circuitos es curioso ver como este fin de semana en Valencia hinchaban pecho con los 85.000 aficionados que pagaron su entrada para el domingo batiendo su record, mientras que en Montmeló con idéntica cifra conseguían la peor entrada de los últimos ocho años.
Pero, volviendo a la carrera de Valencia, ni hay que infravalorar el resultado del español, ni tampoco hay que creerse que esto va a ser la tónica habitual. Estuvieron bien en la capital del Turia esperando un error de los Red Bull, y estos lo cometieron con la estrategia de Webber en su última parada. Había que estar ahí por si fallaban los chicos de Horner, y fue el único que aguantó, pero también era algo lógico y que se esperaba desde Montmeló. Por eso, que nadie eche las campanas al vuelo que la época de vacas flacas llegará antes de lo esperado. O mucho me equivoco, o el milagro no llegará desde Maranello por mucho que la FIA trate de cortar las alas al Red Bull con normativas sacadas de la chistera del mago Todt.
Cada vez empiezan a verse más rumores de los bailes de asientos para la temporada que viene. Se ha hablñado las últimas semanas de Hamilton, Button y Webber, sin embargo, a estas alturas pienso que el único cambio que tiene visos de realidad es el del segundo asiento de Ferrari. Sin embargo, por mucho que la escudería siga representando 61 años de historia en la F-1, parece que no es un asiento apetecible en este momento. Por un lado por el resultado que está dando el monoplaza, y por otro, porque tener de compañero de equipo a un bicampeón como Alonso tampoco es algo que atraiga a muchos, salvo que tu apellido sea Hamilton.

Anuncio de Bernie Ecclestone y Hublot.
Por cierto, dos apuntes antes de cerrar el billete con el piloto local. Muy pero que muy bueno el anuncio de Vodafone con el careto de Hamilton poniéndolo como el malo de la película, y que la firma de teléfonos titula como, "Cuanto mejor es el malo, mejor es la película".
Anuncio Hamilton Vodafone
Han sabido sacar un gran anuncio de una situación poco favorable como es el odio que muchos “aficionados” siente por él. Igual que cuando el año pasado Bernie salió en un anuncio de Hublot con la cara echa un cromo tras la paliza recibida por un atracador en Londres. El otro apunte es el de la película de Senna. Como me imagino que la gran mayoría no habréis ido al cine a verla, cuando yo fui éramos sólo seis personas en la sala contándonos a mi amigo Maniega y a mí, os recomiendo que os compréis el DVD cuando salga a la venta. Sé que no se ve a Alonso, pero aprenderéis muchas cosas del piloto más grande que ha tenido este deporte con imágenes inéditas como los briefing dirigidos por Jean Marie Balestre, realmente no tiene desperdicio.

Anuncio Hamiton y Vodafone.
 Por último, como os adelantaba, muy buena carrera del local Alguersuari. Son muchas las voces que lo colocan fuera de Toro Rosso antes de terminar el año, sin embargo parece que las palabras de Helmut Marko han despertado algo en el pinchadiscos. Remontó diez puestos y terminó octavo por segunda vez consecutiva con una estrategia arriesgada a dos paradas. Tan sólo esperemos que esta reacción no sea tardía y le permita seguir optando a ser el heredero del australiano Webber.

lunes, 13 de junio de 2011

GP CANADA - ¿A qué estamos jugando?

Charlie Whiting. ©Morio
Cuatro horas viendo una carrera de fórmula 1 y no sé por dónde empezar. Hemos tenido de todo, pero entiendo que debemos empezar por Charlie Whiting, el director de carrera de la fórmula 1. Cómo tiene que ser el miedo de Whiting a que se le culpe de un accidente grave por no haber tomado las medidas de seguridad oportunas, que sigue empeñado año tras año en eliminar cualquier posibilidad de que el agua pase a ser un elemento tan natural en la F-1 como lo ha sido a lo largo de 60 años de historia. Pase que tras sacarse la bandera roja hubo momentos en que los charcos amenazaban con hacer desaparecer la isla en la que se encuentra el circuito, pero que una vez más decidiese hacer la salida con el ‘safety car’ me parece de locos. ¿A qué estamos jugando?
Una cosa es que haya tanta agua en pista que los bajos del monoplaza hagan tope en ella, y otra cosa es que como no está seco no se puede salir con una parrilla normal. Ya os he hablado en otras ocasiones de carreras históricas en mojado, y casi siempre pongo como ejemplo la que creo que es el mejor ejemplo de lo que puede ser una salida en mojado, el Gran Premio de Europa en Donnington en 1993 con Senna en su máxima esencia. Y eso que en aquella época los coches eran 'fierros' comparados con los de hoy, ni ayudas ni nada, allí si te pasabas con el pie derecho, te marcabas un trompo y punto. Con decisiones como las de ayer, esa carrera nunca habría existido, y la fórmula 1 no sería tan grande hoy. Pero bueno, centrémonos en el otro protagonista de la jornada, Jenson Button.
Además de entrar seis veces en el pit lane, estuvo involucrado en los accidentes que supusieron los abandonos de Hamilton y Alonso, y además, supo arrebatarle a Vettel la carrera en las últimas vueltas, demostrando que aunque el germano es ya uno de los tres grandes de este deporte junto a Hamilton y Alonso, aún le falta algo de madurez. Pero eso también les ha pasado a los más grandes. Que se lo digan a Senna en el 88 cuando estampó su McLaren a la entrada del túnel en Mónaco. Sacaba 50 segundos al 'profesor' Prost, y tiró por la borda la que debería haber sido su segunda victoria allí. Luego, sin embargo, ganó cinco años seguidos hasta que se mató en el 94. Por eso, creo que lo de ayer de Vettel debe hacerle más fuerte psicológicamente, y no debe hacernos pensar que no está capacitado para entrar en la historia de este deporte.

Button-Hamilton. ©La Sexta
Analicemos los incidentes de Button. La ‘justicia’ televisiva le echa en cara el que tuvo con el asturiano, yo sin embargo, tras analizar los videos, creo que es justo lo contrario, y ya que el blog ofrece más libertad de diseño, os pongo unas capturas de lo que se vio en televisión. En el primero con su compañero Hamilton, Button hace un cambio de dirección hacia su izquierda, donde nunca debe estar su trazada para afrontar la curva de izquierdas siguiente. Es cierto que es sólo un cambio, y que según la absurda reglamentación que rige la F-1 en la actualidad no es algo punible (para mí no debería haber límite en los cambios de trazada). El problema es que con ese cambio, hace un sándwich con su compañero contra el muro. Recuerdan el linchamiento público a Schumacher el año pasado por arrimar a Barrichello contra el muro sin que el brasileño tocase el hormigón, bueno, pues aquí sí que se tocó el hormigón, vamos tanto que Hamilton reventó una rueda. Button debería haber sido sancionado con un nuevo 'drive-through', aunque con su actuación de ayer tampoco digo que no hubiese ganado la carrera. Por cierto, me extrañó mucho las órdenes a Hamilton desde su muro pidiéndole parar por tener la suspensión rota, y ver luego como él mismo comprobaba tras bajarse del monoplaza que sólo estaba pinchado. Para que luego hablen de sus prebendas.

Alonso-Button. ©La Sexta
En el otro caso, la situación es menos clara, pero las dos capturas que adjunto explican muchas cosas. Primero, no es Button el que es adelantado por Alonso, sino al revés. Button llega a estar totalmente emparejado con el asturiano haciéndole un interior, e incluso está más dentro de la trayectoria lógica como se ve en la foto si se compra con el Kaiser que va delante. Sin embargo, Alonso le echa un 'par de pelotas' y no levanta, volviendo a superarle, pero totalmente fuera de la trazada para hacer la chicane, con lo que en esta ocasión es Alonso el que comete la irregularidad. Aún así, este accidente lo veo más como un lance normal de carrera, porque tampoco se deben sancionar todos los toques que haya en una prueba. Lo único que van a conseguir es que nadie quiera hacer un adelantamiento en una frenada, y tan sólo se adelante con el maldito DRS. Y es que, para ver como un coche le arranca las pegatinas a otro se pueden poner ustedes en cualquier autopista que tengan cerca y ya está, ¡a disfrutar de los maravillosos adelantamientos del DRS! Realmente vergonzoso.

Por cierto, lo de la estrategia de ayer de Ferrari ya no se si comentarlo, o correr un tupido velo. ¿Será que hay un concurso para ver quien es el equipo más torpe en la F-1 y no nos hemos enterado? Como pueden elegir los intermedios para Alonso cuando ya había comenzado a llover fuerte, y cuando esto era algo que se sabía por los pronósticos meteorológicos desde antes de iniciarse la carrera. Yo creo que esto ya es para hacerselo mirar. Tenian los dos coches en el podio. Tan sólo tenían que copiar lo que hiciese Vettel y terminar así. No ganarían la carrera, pero sería un éxito para la temporada que están haciendo. Pero no, a alguien del muro 'rosso' se le cruza un cable y deciden inventar otra estrategia, porque no lo olviden, si Button había hecho lo mismo y luego le salió bien, es porque después del toque con Hamiton y la penalización no tenía otra opción que jugarsela, y lo hizo antes de la lluvia fuerte, con lo que aún sacó más beneficio. Pero no, había que liarla tra vez.

Vale que no les gusta la aerodinámica, que el gran Enzo la aborreciese, que no tengan más que ingenieros italianos en plantilla, pero que encima volvamos a las andadas con las estrategias y los cambios de neumáticos, me parece un poco de sadomasoquismo. Ellos sabrán. Quizás para Alonso sea mejor y se centren de una vez en el monoplaza del 2012, como vatició el gran Flavio a principios de temporada. A lo mejor él es la solución.

Pero no todo fue negativo ayer. Me quedo con la actuación de Kobayashi, que cada vez me gusta más, igual que el ausente Pérez. También me quedo con volver a ver a De la Rosa al volante. Aún recuerdo lo que disfruté con su debut en el 99 en Australia terminando sexto y consiguiendo su primer punto. Y como no, me quedo con el Kaiser. Schumacher ayer volvió a hacer honor a su mito peleando por un podio del que sólo le separó su montura. Cuando el agua desapareció y el balance máquina-piloto volvió a estar más cerca de la ingeniería que del lado humano, su aventura terminó. Tan sólo espero que algún día vuelva a tener un coche con el que ganar una carrera antes de que se retire.
Y del mundial, mejor no decimos nada, Button a 60 puntos, Webber a 67, Hamilton a 76 y Alonso a 92. Vettel será bicampeón se pongan como se pongan.