martes, 17 de abril de 2012

GP CHINA - El director de orquesta

Schumacher y Brawn. @MB
La temporada que estamos viviendo en la F-1 este año ayudará sin duda a recuperar aficionados a este deporte gracias a que de momento nadie ha iniciado una dictadura al estilo de las de Vettel, o anteriormente la de Schumacher. Que llevemos tres carreras con tres vencedores es bueno también para el pequeñín Bernie, que ve como su negocio crece enteros con las audiencias mejorando carrera a carrera, pero esta temporada esta siendo sobre todo buena para un clásico de este deporte, Ross Brawn. Tras el GP de China, todas las miradas se centraron en Nico Rosberg por conseguir su primer triunfo 30 años después de que su padre Keke se alzase con su único cetro mundial, pero la gloria estos días debe ser para su jefe Brawn.

Rosberg en el podio. @MB
 Este ingeniero de Manchester, miembro de la Orden del Imperio Británico, debutó en este deporte de la mano de Frank Williams en 1978, y aunque inicialmente trabajó como ingeniero de motores, y luego de aerodinámica, realmente se ha hecho un hueco en la F-1 como estratega, director técnico y jefe de equipo. Su merito esta temporada no está en reunir a dos buenos pilotos que aúnan juventud (Rosberg) y experiencia (Schumacher), si no en juntar a los ingenieros Bob Bell, Geof Willis y Aldo Costa. El primero seguro que lo recordáis del paso de Alonso por Renault, el tercero de Ferrari, ambos con largas trayectorias en esos equipos, mientras que Willis, al contrario que sus compañeros, pasó por muchas más formaciones como Williams, Honda, Red Bull e incluso HRT. Ninguno de ellos ha logrado nunca ser un crack de este deporte por sí solo, pero bajo la batuta de Brawn, y unidos como una gran orquesta, han logrado darle a los dos pilotos germanos un coche para luchar por el campeonato.
Ahora solo nos queda saber si la mezcolanza de Brawn en Mercedes puede dar los frutos que obtuvo en Benetton en los años 94 y 95 cuando junto a Schumacher y Briattore se llevó el título, o el éxito que obtuvo en Ferrari con los cinco cetros del Kaiser y los seis de constructores. De momento tiene muchas papeletas para que el pelear por el título con los McLaren, curiosamente con el mismo propulsor. Los Mclaren son ahora mismo los grandes favoritos para hacerse, al menos, con el título de constructores. Tienen la mejor pareja de pilotos, y el coche está al máximo nivel, sobre todo porque están rindiendo a un nivel bueno a pesar de no tener tan evolucionado el famoso efecto W-duct que los Mercedes comenzaron a utilizar a finales del año pasado. El sistema permite liberar la carga aerodinámica del alerón delantero sin que ningún artilugio mecánico, electrónico o humano intervenga. Todo un alarde de aerodinámica y mecánica de fluidos. Para que conozcáis un poco más este invento, os pongo un video en el que un ingeniero español lo adapta a un Ferrari, precisamente uno de los equipos que peor ha trabajo el invento.

Brawn conoce este deporte a la perfección y sobre todo es experto en encontrar oro donde nadie lo ha soñado antes. Hay que recordar que fue el hombre que compró en el 2008 el equipo a Honda por un dólar, y que luego se lo vendió a Mercedes dos años más tarde por 100 millones de dólares. La plusvalía asusta un poco, ¿no? Además, fue el gran artífice junto a Michael Schumacher, Jean Todt y Rory Byrne de que Ferrari consiguiese un título de pilotos después de 21 años de sequía y uno de constructores después de 16 en blanco. Entiendo que son suficientes méritos para que la competencia les tenga miedo este año.
Y si hablamos de la competencia y de Ferrari, no podemos dejar de mencionar la situación actual del equipo italiano. Tras el espejismo de Malasia, el asfalto seco ha devuelto a Alonso al calvario que lleva sufriendo desde que entró en Ferrari. Es cierto que el año pasado renovó hasta el 2016 con la escudería de Maranello, pero a este paso, como no espabilen sus ingenieros, se va a quedar sin oler un título. Esta es su tercera temporada con Ferrari, y a estas alturas, y aunque no seamos Briattore, ya casi podemos vaticinar que no va a pelear por el título tras tres carreras disputadas. Mientras que no llegue una auténtica evolución del coche, y parece ser que el equipo está en ello, al asturiano solo le resta esperar a que la climatología se alíe con él de nuevo provocando una carrera loca, que haya suerte ese día en la estrategia y que no cometa errores. Por cierto, si la estrategia de Malasia fue excelente, la de China fue para olvidar. El planteamiento a tres paradas podía ser bueno en un principio, pero alguien tenía que haber recordado que con un coche tan lento en las rectas es imposible adelantar, y que con dos paradas hubieran tenido que hacer menos adelantamientos. Pero como doctores tiene la iglesia, esperaremos a ver con que nos deleita el equipo rojo en los próximos GP.

No hay comentarios:

Publicar un comentario