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Lewis Hamilton. @ MB |
Singapur es una de las carreras con más atractivo de la
temporada. Y no solo porque se corra de noche para facilitar el horario de las
retransmisiones en Europa. La carrera suele ser interminable, de hecho este año
no se ha podido completar la totalidad de las vueltas una vez más, y encima,
los safety car son muy habituales, con lo que se rompen la mayoría de las
estrategias de carrera. Y por si fuera poco, la batalla entre Hamilton y
Rosberg se ve pospuesta porque el alemán debe abandonar por problemas en su
monoplaza. Sin embargo, si de algo se ha hablado en el paddock de Singapur no
ha sido precisamente de carreras. Se ha hablado de contratos. Restan cinco
carreras para que termine el mundial y aun no se sabe a ciencia cierta quien va
a correr con quien el año que viene. Especulemos pues.
Como suele ocurrir otras temporadas, hay una persona que
tiene la llave de todo este tinglado, o más bien la que tiene la llave maestra
que abre todas las puertas de los equipos, porque llaves realmente llaves hay
dos. La de verdad está en manos de Lewis Hamilton, y la otra en poder de Alonso.
De hacerse con el mundial, el inglés tiene todas las papeletas de quedarse en
Mercedes. Con su renovación, Toto Wolff cerraría la plantilla para dos
temporadas más como mínimo, y el coche que más novias tiene en la parrilla se
quedaría con las mismas manos al volante.
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Hamilton y Rosberg. @ MB |
Sin embargo, si perdiese el título en favor de Nico Rosberg,
o incluso aun ganando, si sus relaciones con el alemán en la pista se enturbiasen
más, las cosas pueden cambiar mucho. Hamilton es sabedor de que ahora mismo es
el piloto más en forma de la parrilla. A una vuelta los números cantan por si
solos, y en carrera, ha conseguido templar los nervios para no cometer los
mismos errores que tuvo en McLaren. Pero ustedes se tendrían que preguntar,
¿dónde se iría un campeón del mundo? o en su defecto un subcampeón, cuando
tiene un coche que es insultantemente mejor que el resto.
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Muro de Ferrari. @ F |
Pues la respuesta no es fácil. Ferrari está iniciando un
gran proceso de renovación, y con el tiempo que lleva a cualquier equipo
diseñar y poner a punto un coche ganador, dudo mucho que los de Maranello lo
tengan antes de 2016. Por otro lado Red Bull está en una situación similar a la
de los italianos, aunque no tan crítica. Mientras que no cambien de propulsor,
o consigan que Renault se ponga las pilas, seguirán por detrás de los Mercedes.
Así que, si consideramos que Williams no puede ser una opción para luchar por
el título en 2015, la única opción es McLaren.
Son el equipo incógnita. La llegada de Honda puede dar el
impulso que el proyecto de Ron Dennis necesita. Todos sabemos que si el gigante
japonés entra en la F-1 es para gastarse dinero y pelear por el título. Otra
cosa es que lo consiga. Recordemos que mientras que como proveedor de motores
tuvo notables éxitos con seis títulos de constructores y cinco de pilotos en
Williams y McLaren, como constructor íntegro del monoplaza no cosecharon más
que decepciones, como fue la última época del 2006 al 2008. Esa es posiblemente
la espina que tenga clavada en su corazón todo dirigente de Honda. Abandonaron
en diciembre de 2008 la F-1 cuando tras tres años trabajando habían conseguido
tener un monoplaza campeón para 2009 de la mano de Ross Brawn. La crisis pesó
mucho en el sector automovilístico y vendieron el equipo por un euro al inglés.
El resto es historia de sobra conocida. Brawn GP arrasó en el 2009 con Jenson
Button, y se convirtió luego en la escudería que ahora se denomina Mercedes AMG
F1 Team. Curioso, ¿no?
Bueno, pero no perdamos el norte y no nos liemos más. Si
Hamilton hace al final ese movimiento, Alonso es más que probable que tomase
las de Villadiego camino de Barckley, la sede de Mercedes AMG. A su vez, Vettel
correría hacia Maranello en busca del “feeling” que tuvo cuando ganó sus cuatro
campeonatos del mundo, y de esta forma, el panorama de la F-1 cambiaría por
completo. Pero, ¿es esto lo que creo que va a pasar? Pues ciertamente no.
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Marko y Horner. @ RB |
Hamilton estaría loco si abandonase el proyecto de Mercedes.
Es cierto que la FIA va a permitir a los equipos cambiar cerca del 50% del
motor el año que viene, pero no creo que eso sea suficiente para que los
alemanes pierdan la hegemonía. Sin embargo, el que si apostaría que se va a
mover es el piloto asturiano. Nadie mejor que él sabe que por muchos cambios
que tenga en mente su jefe Marco Mattiacci, o su nuevo jefe supremo a partir
del 13 de octubre Sergio Marchionne, tener un coche campeón en 2015 es poco
menos que una quimera. En 2016 cumplirá 35 años y ya no será como el “nano” que
deslumbró a propios y extraños cuando debutó en Renault. Con Ferrari en
pañales, Mercedes sin vacante y Red Bull con la puerta cerrada porque nunca
encajaría en el perfil que la bebida energética busca para sus pilotos, la
única opción es volver con el “malvado” Ron Dennis. Matizo dos cosas. Alonso no
encaja en Red Bull porque por mucho que Christian Horner o Adrian Newey les
gustase tenerlo en plantilla, no ocurriría lo mismo con el programa de jóvenes talentos
que lidera Helmut Marko para Red Bull. Y por otro lado, cuando llamo “malvado”
a Dennis, decir que para mí, es uno de los mejores patrones que ha tenido un
equipo de fórmula 1, aunque aquí en España, los tifosi y determinados
periodistas lo viesen en 2007 con cuernos y rabo como el mismísimo diablo,
vamos, como también veían a Hamilton.
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Singapur 2014. @ P |
Resumiendo,
que tal y como escribí en los billetes del año pasado, mi apuesta sigue siendo
la de ver al Asturiano subido a un McLaren Honda. No voy a decir como otros que
hay un acuerdo firmado, porque no lo he visto, pero estando como estamos a
finales de septiembre, dudo mucho que no esté todo cerrado y más que cerrado.
Pero, como esto es fórmula 1, y las noticias trascienden al gran público cuando
unos pocos quieren, juguemos entonces al juego de la silla. Cuando Hamilton se
siente, empezará el turno para el resto, así que como diría el gran Joaquín
Prat, ¡A jugar!
Fabuloso evento.
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