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Kimi Raikkonen. @ Ercole Colombo |
Tras más de veinte años viendo carreras de fórmula 1 sé que no
me equivoco si afirmo que se trata de un deporte muy complejo en el que la
diferencia entre entender todo lo que ocurre en una carrera, y no entender nada
de lo que pasa, es a veces muy exigua. De un gran premio al siguiente se puede
pasar de tener lo que los aficionados denominan una carrera aburrida con un
piloto dominando de principio a fin, a tener una carrera en la que nada es lo
que parece, sino todo lo contrario. Ese fue el caso que tuvimos en Abu Dhabi.
Tras la sanción a Vettel el sábado, todo parecía hecho para
la prensa y los aficionados españoles. Pero no es oro todo lo que reluce. El
gran rival de Alonso tenía que salir desde el pit lane, y eso era como
asegurarse que tendría prácticamente imposible llegar a puntuar. Nada más lejos
de la realidad. No hace falta ser muy avispado para darse cuenta que en la F-1 2012
hay tres pelotones muy diferentes. El de los lentos formado por HRT, Marusia y
Caterham, el de nivel medio integrado por Force India, Sauber, Toro Rosso,
Mercedes y Williams, y el de los quipos de arriba compuesto por McLaren,
Ferrari, Red Bull y Lotus. A los primeros debía superarlos en las dos primeras
vueltas. A los segundos debía de merendárselos, al menos a la mitad, en el
primer tercio, y en función a las estrategias el resto no debía de ser un
obstáculo, con lo que la octava plaza debía ser el mínimo al que Vettel debía
aspirar.
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Salida desde el pit lane de Vettel y De la Rosa. @ RBR / LAT |
Se suele decir que en ocasiones los árboles no te dejan ver
el bosque, y eso es lo que pasa en algunos grandes premios. Explicar al
aficionado medio por qué Vettel consigue una remontada de 20 puestos es un poco
complejo, pero podemos ver un buen ejemplo en el futbol. Ese pelotón de ocho
coches rápidos viene a ser a la F-1 lo que el Madrid y el Barça son a La Liga.
Aunque jugasen todos los partidos con un jugador menos, seguirían siendo los
dos primeros clasificados a final de año, y eso es lo que ocurrió en Abu Dhabi.
No se trata de que ahora todo el mundo vaya a querer salir desde el pit lane
para configurar el coche de la mejor forma posible para la carrera, simplemente
lo que hay que entender es que es tan grande el potencial de estos equipos que
un traspié de importancia como salir último te coloca en el peor de los casos
siempre dentro de los puntos. De todas formas, y tirando de estadística, esta
no es ni mucho menos de las mejores remontadas de la historia de la F-1. En concreto
es la vigésimo tercera, aunque para encontrarnos a un piloto de los que corren
ahora tenemos que irnos a los puestos 47 y 48 con Raikkonen y Shumacher con 19
puestos en Barhein 2006 y Spa 2011 respectivamente.
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Adrian Newey. @ Antena 3 / FIA |
A partir de ahí, no podemos dejar de elogiar la carrera de
Vettel. Creo que el alemán no tiene ya nada más que demostrar para que lo situemos
entre los grandes pilotos de la fórmula 1. Los números y las estadísticas ya lo
hicieron hace tiempo, ahora tan solo faltaba una gran actuación para que prensa
y aficionados se pusieran de acuerdo en otorgarle los galones que merece. Por
cierto, muy buena la imagen captada por las cámaras de televisión en las que su
ingeniero Adrian Newey se esfuerza en entender como la ausencia de parte del alerón
delantero derecho de Vettel tras su primer accidente no le está haciendo perder
demasiado tiempo. Mucho mejor tocar la pieza con la mano que elucubrar con los
ordenadores desde el muro, todo un crack.
Y hablando de cracks, lo de Raikkonen es de traca. Primero pidiendo a sus ingenieros que lo dejaran en paz y se dejasen de sermones por la radio en mitad de la carrera cuando le recordaban que debía calentar las gomas tras el safety. Más tarde explicó que "no era tan estúpido como para no acordarse de lo que debía hacer", sin duda una razón de peso. Y luego, con la sorna que le caracteriza, le espeta a David Coulthard en el podio, en la primera pregunta en la que le pide que le relate sus emociones tras la victoria el "No hay mucho que contar". Lo dicho, un auténtico crack. Mucho me temo que con la crisis que hay su ingeniero de pista se pueda ir a la calle y dejen el asiento vacío en el muro, a él no le importará.
Ya ahora, ¿qué ocurrirá? pensaran los aficionados. La
historia y sobre todo los números nos obligan a apostar por Vettel con tan solo
dos carreras por delante y diez puntos de distancia con Alonso. Para que se
hagan una idea, al alemán le bastaría ser sexto en una carrera si gana la otra,
y las posibilidades que tiene de ganar una de las dos carreras son muy altas.
Sin embargo, en la F-1 todo puede suceder, y sino recuerden lo del sábado en
Abu Dhabi. Austin va a ser una caja de sorpresas para todos, y por eso mi
apuesta en EEUU tiene que ser por Alonso. Probablemente es el que mejor se
adapta a condiciones diferentes, y aunque los simuladores evitan muchos sustos
de antaño, siguen sin ser lo mismo que rodar en pista. En cuanto a la mecánica
no deberíamos ver grandes alardes en estas dos carreras, tan solo pequeños
retoques que no deben hacer variar la clasificación. La suerte, y sobre todo los
elementos externos como los safety o la lluvia pueden ser los jueces en estas
dos carreras, así que será mejor guardar el dinero en el bolso y esperar a que
tras el GP de Estados Unidos las cosas estén más claras.
Nos tienes muy mal acostumbrados Reyes. Estás haciendo de todos nosotros unos Luismanuelreyeinómanos. Quizás te parezca un poco exagerado pero sin tu análisis, las carreras de la F1 quedarían cojas. Gracias campeón!!!!
ResponderEliminarComo siempre un análisis muy inteligente y clarificador
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