lunes, 19 de noviembre de 2012

GP EEUU - Bendito reglamento


Lewis Hamilton. @ Ercole Colombo
Por suerte o por desgracia, los deportes del motor cuentan con unos reglamentos largos, complejos, detallados y sobre todo con una fecha de caducidad muy cercana. En ocasiones, el conocimiento exhaustivo de los mismos otorga ventajas a unos equipos frente a otros. Sin embargo, estas astucias no son siempre medidas por igual rasero dependiendo de qué equipo es el que las utiliza. Durante toda esta temporada, y en especial las dos semanas que hemos tenido antes del Gran Premio de Estados Unidos, la prensa latina y los aficionados del Cavallino Rampante se han empeñado en criticar las argucias del ingeniero Adrian Newey. La última ha sido la falta de rigidez en el morro del Red Bull de Sebastian Vettel en Abu Dhabi, cuya legalidad quedó refrendada por la FIA. Sin embargo, en Austin Ferrari utilizó en su beneficio el reglamento, al estilo de como lo suele hacer Red Bull, rompiendo los sellos de la caja de cambios de Felipe Massa para que fuera penalizado con cinco puestos en la arrancada, con lo que Fernando Alonso ganaría una plaza y encima saldría desde la parte limpia. ¿Es esto legal? Claro que si, lo que pasa es que dependiendo del rasero que se utilice, unas cosas pueden parecer fuera de la legalidad y otras no. Para entender bien este deporte, lo primero que hay que comprender es que la picaresca no es propiedad exclusiva de ningún equipo, está al alcance de todos, y cuando un equipo exprime al máximo el reglamento no está siendo ilegal, tan solo es más astuto que el resto.

Pero centrémonos en lo que pasó en Austin. Realmente fueron muchas cosas que prácticamente no han clarificado nada en el mundial. Lo primero debemos felicitar a Lewis Hamilton. Tras los fiascos de su equipo cuando iba primero en Singapur y Abu Dhabi, o los de principio de temporada en los pits stop, el inglés ha vuelto a demostrar que forma parte de la triada que aspira todos los años al mundial. Con cuatro carreras ganadas, de no haber roto cuando iba líder en sus dos últimos ceros aún tendría aspiraciones de cara al título. Esperemos que Ross Brawn sepa darle lo que no ha sabido proporcionarle Martin Whitmarsh. Algo que, por otra parte, se me antoja difícil, al menos en 2013.

En cuando a Alonso y Vettel, Austin no ha dictado sentencia en favor de ninguno. El poderío exhibido por el alemán y su Red Bull, frente al asturiano y su Ferrari durante todo el fin de semana tan solo se ha traducido en tres puntitos. Así es la fórmula 1. En la meta ha habido 39 segundos entre ambos, sin embargo, al final es lo mismo que si hubiesen entrado pegados. El coraje de Hamilton y su empeño en ganar por una parte, y la ausencia de rivales por otra, han permitido que ambos hayan cruzado seguidos la meta, aunque haya sido separados por esos 39 segundos. Brasil deberá ser el que nos diga quien se convierte en tricampeón mundial, y aunque la estadística está de parte de Vettel, las peculiaridades del circuito de Sao Paulo pueden hacer trizas los pronósticos.

Alonso bajo un cartel de Pirelli. @ Ercole Colombo
Por cierto, no puedo acabar el billete de Estados Unidos sin comentar un par de cosas. Por un lado, la ineptitud de los hombres de Pirelli se ha puesto de manifiesto una vez más en la cita americana. Su elección para Austin fueron sus dos compuestos más duros que tienen este año, los denominados MEDIO y DURO, dejando los BLANDOS y SÚPERBLANDOS en Europa. Esta decisión hizo que este fin de semana hayamos presenciado una de las calificaciones más absurdas que se recuerden, con los pilotos girando una y otra vez en la Q3 con las mismas gomas en espera de que los neumáticos  cogieran la temperatura necesaria para afrontar la vuelta ideal. Vamos, un auténtico desastre para el espectáculo que se supone debe ser una calificación. Antaño, ver como los pilotos se pegaban por la pole era uno de los grandes atractivos de un gran premio. De hecho, era el único momento en el que podíamos ver a los pilotos y monoplazas rendir al máximo nivel. Los equipos usaban incluso especificaciones totalmente diferentes a las de carrera, con gomas de un solo uso y motores que solo se montaban para hacer la calificación. Ahora, además de las medidas que ha introducido la FIA en la última década, unimos las florituras de Pirelli eligiendo unas gomas que no alcanzan la temperatura ni el agarre que el nuevo asfalto de Austin precisaba, vamos, todo un despropósito.


Portada de la revista Auto Bild.
Y lo último, quiero hacer un hueco para el equipo más modesto de la parrilla, HRT. La formación española se despedirá del Gran Circo en Brasil, y con ellos se irán al garete los sueños de que un equipo español pueda pelar algún día de tu a tu con los grandes. Personalmente me parece lamentable que los grandes imperios españoles como el Banco de Santander, Telefónica o Inditex no hayan sido capaces de abanderar un proyecto en la F-1 cuando han tenido en sus departamentos de marketing todo lo necesario para hacerlo. Pero así somos. Ya en tiempos de Carlos Sainz ocurría algo parecido, a veces hay árboles que no te dejan ver el bosque. Y a los compañeros de Auto Bild, tan solo decirles que, arrieros somos y en el camino nos encontraremos. Lo de la portadita con la frase de “peligro de choque con la chatarra española” y la foto de un HRT se la apuntamos en el debe, y si no se la podemos devolver en Brasil con el asturiano, que sea en cualquier campo de futbol.

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