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Rosberg y Hamilton. @ MB |
Decimos muchas veces que la fórmula 1 es un deporte
complejo, un deporte de masas pero también un deporte difícil de entender a
veces por el aficionado de a pie. Hasta Bahrein llevábamos dos carreras
escuchando lo aburrida que es la fórmula 1 moderna, lo absurda que es la nueva
normativa, que el espectáculo no puede existir sin ruido, y miren por donde el
circuito de Sakhir nos ha ofrecido la mejor carrera de los últimos años. Luchas
en todas las fases de la carrera, batallas por todos los puestos de la
clasificación, y duelos en casi todos los equipos de la parrilla. Vamos, un
espectáculo para hacer aficionados a este deporte.
Terminábamos el post de Malasia hablando justo de esto, de
tener paciencia con la nueva normativa y de disfrutar de ella aunque el ruido
no sea el que todos queremos escuchar. Pues no ha habido que esperar mucho. El espectáculo
de la carrera de Bahrein ha sido de órdago. En la cabeza hemos vivido una lucha
de primer nivel entre los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Por un
momento pareció incluso que Toto Wolff o Paddy Lowe iban a tener que poner
orden entre sus chicos para no poner en riesgo un nuevo doblete para Mercedes.
Y es que, aunque habían marcado dos estrategias diferentes a sus pilotos
utilizando el alemán el juego de gomas duras en el segundo “stint” y el
británico en el tercero, la salida del safety car por el espectacular accidente
de Esteban Gutiérrez volvió a colocarlos codo con codo hasta la meta.
Pero no solo disfrutamos con el duelo por la victoria.
Brillantes fueron las luchas entre los Force India y los Williams primero, y
entre los chicos de Vijay Mallya y los Red Bull después. O incluso entre los
propios Red Bull y los Ferrari en la primera mitad de carrera. Hacía mucho
tiempo que no veíamos las 10 posiciones de los puntos tan disputadas. Bueno,
pues este ha sido el gran premio que ha escogido Luca Cordero di Montezemolo
para cargar contra la FIA, la nueva reglamentación, y todo aquello que no vaya
pintado de rojo como sus Ferrari.
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Botín, Montezemolo, Ferrari, Domenicali. @ F |
El presidente de Ferrari acudió a Bahrein con un claro
objetivo, defender una quimera imposible, cambiar la reglamentación de este
año. La cruzada la libró en varios frentes, reuniones con el presidente de la
FIA Jean Todt, con Bernie Ecclestone, ruedas de prensa, charlas con todo
reportero que tuviera una cámara de TV al lado, y miren por donde, al “cappo”
le sale el tiro por la culata. Y es que, aunque Ecclestone estuviera de su
lado, y para tan dura batalla contase también en Bharein con la presencia de
Emilio Botín y Piero Ferrari, el segundo hijo de Il Commendatore, lo cierto es
que Todt se mostró inflexible con la nueva normativa, y tan solo dejó un atisbo
de puerta abierta a modificar los escapes para que el ruido sea mayor en los V6
Turbo actuales.
La verdad es que hay que echarle bemoles. El año pasado
tuvimos que aguantar carros y carretas, sobre todo aquí en España y también en Italia
con el cambio en los neumáticos de Pirelli. Todos bramaron afirmando que la
casa italiana había rediseñado sus neumáticos para favorecer a Red Bull en
contra de Ferrari. Y alguno hasta se lo creyó, cuando realmente todo vino
motivado por los problemas en el diseño de las gomas italianas. Bueno, pues
ahora, los mismos que largaron sapos y culebras contra el cambio de gomas en
2013 son los que defienden el cambio en la reglamentación para 2014. Vamos,
¿estamos locos o qué?
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Niki Lauda y Jean Todt. @ MB |
Afortunadamente Jean Todt ha dado un puñetazo en la mesa en
Bahrein y ha despejado todo tipo de dudas al respecto. El francés ha dejado muy
claro que no habrá nueva reglamentación y que como mucho, se mejorará el ruido porque,
como ha afirmado el ex copiloto de rallyes y ex patrón de Peugeot y Ferrari, si
hiciese caso a Montezemolo la fórmula uno sería una “República Bananera”.
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Alonso y Montezemolo. @ F |
Y para colmo de males, los pupilos del italiano van y finalizan
noveno y décimo. Realmente en esta ocasión poco podemos achacar a Alonso y
Raikkonen, y mucho al equipo a nivel general. Desde Domenicali, hasta el
último mecánico, pasando obviamente por los dos pilotos, todos son culpables
del desaguisado que están protagonizando este año. Como bien se encargó de
recordar Todt, “todos los equipos conocían la nueva normativa desde hace cinco
años”. No ha habido conejos sacados de chisteras o pelotazos de última hora. Si
el Ferrari no anda no es porque la normativa esté hecha “para taxistas y
electricistas” como afirmó Montezemolo este fin de semana, si los coches de
Maranello no andan es porque las cosas se han hecho muy mal este invierno y los
cuatro años anteriores. Tal fue el desastre del equipo italiano que su patrón
decidió abandonar el circuito antes de que terminase la carrera. No sabemos si
por vergüenza o porque tenía prisa por regresar a Maranello para trabajar en
las mejoras que Alonso y Raikkonen esperan para China. Lo que si sabemos, es
que Montezemolo se fue con el rabo entre las piernas.
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